Fue una experiencia muy enriquecedora, cálida y llena de mucho conocimiento, que superó mis expectativas y me permitió volver con otra perspectiva de la psicología. Una psicología más amplia y humana, reconociendo diferencias pero a la vez construyendo en base a las similitudes, y trascendiendo más allá de la patología o el diagnóstico. Buscando ser un agente de cambio y unificador de culturas, propuestas e inquietudes; una psicología de corte y matiz latinoamericano. Asimismo, comprendí que ya es momento de romper ciertos paradigmas establecidos durante muchos años en la psicología, para dar pie a la integración e innovación con otras ciencias y áreas de la salud.
El viaje me permitió reconocer las fortalezas que tenemos en nuestra formación académica, como es la investigación científica e inclusión de alumnos a la realidad social, por medio de la investigación desde los primeros ciclos; además de la gran facilidad que tuvimos como comitiva al momento de exponer sobre la realidad de la psicología en el Perú, las similitudes que existen entre ambas culturas y los diferentes trabajos de investigación que venimos realizando. Lo que me llena de mucho orgullo, puesto que refleja nuestro verdadero interés por el futuro de la psicología y la realidad peruana.
Por otro lado, debo reconocer el gran avance que posee nuestro hermano país de México en el campo de la intervención psicológica, así como en corrientes poco estudiadas en nuestro país, como el psicoanálisis y la terapia sistémica familiar. Me llamó mucho la atención el manejo de conceptos y terapias psicoanalíticas entre los alumnos, y cómo se aplican en áreas como la clínica y educativa. De igual manera, las instalaciones de la Universidad del Valle y en especial la del Centro de Educación y Desarrollo Humano (CEDH) son un logro por parte de la universidad y sus directivos, y un beneficio muy significativo para los alumnos. Esta unidad les permite aplicar desde los primeros ciclos lo aprendido en instalaciones modernas, técnicas, temáticas y con un muy buen nivel de maestros. Finalmente, para realizar sus prácticas, las diferentes estrategias que lleva a cabo la universidad para beneficiar a la sociedad, la investigación y la formación del estudiante son modelos que valdría la pena replicar en nuestra realidad.
Cabe resaltar la calidez y amabilidad por parte de nuestros hermanos mexicanos, que al final se integraban tanto con nosotros que parecía que estábamos en Perú y nos sentíamos en casa. En todo momento veía sonrisas en mis compañeros y una motivación por todo lo que experimentaban tanto dentro de las aulas como fuera de ellas. Asimismo, muy honrado de conocer un poco más la mítica y ancestral cultura mexicana, que se mantiene y valora en el tiempo a través de sus construcciones y tradiciones plasmadas en el día a día.
No me queda más que agradecer a UPN y a UVM por esta oportunidad que me permitió expandir mi horizonte frente a realidades similares, pero a la vez con un accionar diferente y producto de ello reconocer una psicología que se proyecta a entender al ser humano y busca la integración para romper las barreras que separan esta profesión tan bella y solidaria. Ello con un único fin: mejorar la calidad de vida de las personas. ¡Muchas Gracias!
*Este post es un testimonio de Carlos Ortiz, estudiante de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte.
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