Claves para generar motivación y compromiso en los colaboradores

El principal recurso con el que cuenta toda organización es el recurso humano.  Esto lo afirman todos los empresarios, gerentes y jefes en todo tipo de organización.  También es un consenso establecido en diferentes publicaciones relacionadas a los recursos humanos.  Sin embargo, ¿se lleva realmente a la práctica?

Veamos, primero, qué significa la palabra motivación.  Según la Real Academia Española (RAE), es el “ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia”.  En primer lugar, vemos que motivación denota generar entusiasmo en uno mismo o en otras personas, lo cual debe permitir ejecutar una acción con interés y diligencia.  Es decir, no es realizar la acción por el simple hecho de llevarla a cabo.  Por el contrario, es ejecutarla de la mejor manera posible para lograr el objetivo.

A continuación, expliquemos el significado de la palabra compromiso.  Recurriendo nuevamente a la RAE, consiste en “la palabra dada” o “la obligación contraída”.  Observamos que esta palabra está asociada a una obligación, ofrecimiento o promesa.

Seguidamente, procederé a desarrollar la relación que, particularmente, considero existe entre motivación y compromiso.

Si recurrimos a una relación causa – efecto, entonces, considero que la motivación sería la causa y el compromiso sería el efecto.  Es decir, para generar compromiso en nuestros colaboradores, estos deben estar primero debidamente motivados.  Dicho de otra manera, debemos tener colaboradores altamente motivados para que estos se comprometan con los objetivos de la organización.

La gran interrogante que surge es ¿cómo logramos esto?  No recuerdo haber recibido un solo curso en mi formación como Ingeniero Industrial, en la que se enseñe cómo motivar a un grupo de colaboradores.  En base a los 20 años de experiencia profesional, les comparto algunos aspectos que considero son relevantes para lograr este objetivo.

1.     La experiencia acumulada.  Como resultado de mi experiencia como jefe he aprendido cómo interactuar con mis colaboradores.  Aprendí que cada individuo es un mundo diferente con sus propios problemas, sus propias particularidades y que es importante tener el tiempo necesario para oírlos y entenderlos.  A medida que pasa el tiempo, vamos aprendiendo cómo tratar a nuestros colaboradores y vamos corrigiendo errores.

2.     La personalidad del jefe.  Todos poseemos una personalidad única: algunos somos flexibles, otros autoritarios; algunos persuaden, otros exigen.  La personalidad del jefe es un factor importante que influye en los colaboradores.  Por ejemplo, un jefe con personalidad autoritaria, difícilmente logrará motivar su personal.

3.    La comunicación.  Este es otro elemento crucial, el saber comunicarse con los colaboradores.  En cualquier tipo de relación entre personas,  la comunicación es fundamental para el logro de los objetivos.  Y la comunicación no solo se refiere al saber cómo comunicar los objetivos, sino también el saber escuchar.

4.    La empatía.  Asociado a la comunicación, está la empatía.  Significa el tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro para entender su forma de pensar, de ver las cosas, de tomar decisiones, de actuar, entre otras.  Que ellos sientan que su jefe se pone en lugar de ellos y los entiende.

En base a los aspectos descritos, expondré algunas sugerencias para generar motivación en nuestros colaboradores:

a) Aprenda a escuchar a sus colaboradores.  Demuéstrele que a usted le interesan sus ideas, sus problemas, sus dudas, etc.  Es decir, aprenda aplicar la empatía con su personal.

b) Comunique de manera correcta y clara los objetivos que busca lograr, junto con sus colaboradores.  Asegúrese de que ellos los entiendan y los interioricen.  Entonces, deberá desarrollar su capacidad didáctica con su personal.

c) Si un colaborador desea conversar con usted, atiéndalo de inmediato; no lo haga esperar ni le diga que regrese en otro momento porque esté ocupado.  Al hacer esto, le está diciendo “tú no eres importante o prioritario”.   Al contrario, debe hacerlo sentir importante; el colaborador debe sentir que usted se preocupa por él.

d) Enséñele a sus colaboradores cómo realizar las tareas.  Usted debe ser el maestro, el profesor, el docente, el guía. Esto generará respeto hacia su persona.

e) Felicite a sus colaboradores cuando se obtengan logros, no sea indiferente ante los resultados obtenidos.  Si un colaborador obtiene un buen resultado, acérquese y envíele una carta y agradézcale por su contribución al logro del objetivo.  Esto le hará sentir bien, loe hará sentir importante y percibirá que usted está atento a sus resultados.

f) Sea el ejemplo a seguir, demuestre a sus colaboradores, con acciones, que todo es posible de ejecutar.  Muestra una actitud proactiva.  Como decía un jefe que tuve en un trabajo, “póngase el mameluco” y no sea solo “jefe con guantes blancos”.

Espero que todo lo escrito en este artículo les sea de mucha utilidad. Sinceramente, no es muy complicado llevarlo a la práctica. Es solo un tema de actitud.  Esa actitud es lo que diferencia a un líder de un jefe.