Lectura y comprensión lectora: el reto está en seducir

lectura y comprensión lectora: el reto está en seducir

Si bien en la Prueba Pisa 2015 El Perú anotó avances en los tres ítems básicos que mide esta evaluación -ciencias, comprensión lectora y matemática-, es evidente que aún seguimos a la zaga con relación a los países que registran los puntajes más altos e incluso con varios vecinos de la región.

Puntualmente, en lectura obtuvimos 398 puntos, bastante de lejos de Singapur (535), Canadá (527) y Hong Kong (527), los tres referentes mundiales, y debajo incluso del promedio de 493 puntos que recomienda Pisa.

Frente a estos resultados cabría preguntarse si, efectivamente, la tecnología, sus nuevas plataformas y las nuevas formas digitales de leer y escribir están contrarrestando en alguna medida dichas capacidades. No son pocos los pensadores que han vaticinado que Internet y las redes sociales acabarán por darles el puntillazo final, y que en un futuro no lejano, como lo fue en los albores de las civilizaciones, leer y escribir será una prerrogativa de ciertas élites.

Con una visión más optimista, Isabel Solé, profesora e investigadora de la Universidad de Barcelona, sostiene que la lectura es una necesidad básica y por ello mismo la posibilidad de que desaparezca es muy remota. “Lectura y escritura son instrumentos indispensables para no ser discriminados y son esenciales en nuestra vida cotidiana. Nos permiten desde pulsar las teclas de un cajero automático y saber qué línea de bus coger hasta seguir una receta”.

Solé está convencida de que la lectura es una llave que abre la puerta a mundos que de otro modo serían desconocidos, y considera que más que una técnica representa una competencia. “Por ello -complementa- un sistema que no forma lectores es un sistema que necesita revisar su funcionamiento”.

La especialista no ve nada de malo en que la gente lea y escriba a través de Whatsapp, al que considera un recurso adecuado para los tiempos: rápido y al alcance de la mano. Sin embargo, advierte que ello no significa que todo deba escribirse o leerse de ese modo. “Hay muchas investigaciones que dicen que este tipo de lectura instantánea nos hace más rápidos, más multitarea. Pero nada sale gratis: también nos quita concentración”, explica. Y ciertamente leer supone concentrarse, interpretar, dar significado y relacionar el contenido mediante nuestro conocimiento. Esto implica ya ciertos niveles de complejidad y tiempo, y sería una de las razones por las cuales para algunos chicos de las últimas generaciones leer un texto de 20 o más páginas significa a menudo un suplicio.

Para aminorar esta resistencia desde que los niños están en capacidad de leer, la doctora Solé recomienda seleccionar la lectura de manera que vayan desde los textos más sencillos a aquellos que requieren mayor adiestramiento y ciertas claves para decodificarlos. Será igualmente importante que en casa los padres inviten a leer con el ejemplo. “No hay forma de transmitir el placer de la lectura si no es experimentado. Es muy difícil que un chico se enganche con la lectura si en su casa no ve leer a nadie”, subraya. Cita en ese sentido al autor francés Daniel Pennac, quien ha dicho que “leer es uno de esos verbos, como amar o desear, que admiten muy mal el imperativo”.

Finalmente, Isabel Solé afirma que “animar a la lectura significa hacer que otro tenga ganas de leer lo que tú has leído, y eso pasa por comentar, por relacionar con otros ámbitos… a veces no son caminos directos, como cuando hablamos de fomentar, sino algo sutil, más indirecto: seducir”.

Fuentes:

www.aulaplaneta.com

http://marieannegay.blogspot.pe/

http://rpp.pe/politica/estado/pisa-2015-como-quedo-el-peru-en-comparacion-con-otros-paises-evaluados-noticia-1014665

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