Política: ¿por qué los jóvenes deben renovarla y mejorarla?

Política: ¿por qué los jóvenes deben renovarla y mejorarla?

Hay quienes dicen que no quieren entrar en política porque quieren evitar mancharse con los tentáculos sucios de la corrupción; otros, van más allá, y señalan que ni siquiera quieren enterarse de lo que ocurre en las comarcas movedizas de la política porque el solo hecho de enterarse ya supone alterar su supuesta tranquilidad, su pulcritud ciudadana.

Entre los que, de diversas formas, huyen de la política hay gente muy valiosa, honesta y de grandes cualidades; y lo que es más triste, hay muchos jóvenes de todos los niveles sociales y culturales que siguen este camino.

Esta huida, este alejamiento, esta fuga de gente buena que podría participar y saber sobre política solo favorece a los que han hecho de la política una casa hedionda a la que nadie quiere acercarse.

Los actores políticos peruanos más importantes de estos tiempos, líderes de casi todos los partidos, parecen destinados a cruzar al otro lado de la reja. El caso Lava Jato que sacude a América Latina es una vitrina para saber que los políticos nuestros y de países similares al nuestro golpean duramente a la política, esa ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, es decir, de los estados.

En estos tiempos casi todos nuestros políticos son impresentables. El maestro de la ironía, el argentino Jorge Luis Borges, lo dijo así: “Yo propondría que los políticos no fueran personajes públicos”.

La política nos incumbe. Nos debe interesar porque la política está en todas las aristas de nuestras vidas. Si no hay un asiento adecuado en el ómnibus que nos lleva a casa, tiene que ver la política; si el precio del pasaje ha subido, tiene que ver la política; si la medicina más elemental no está a la venta en la farmacia del barrio, tiene que ver la política; si los precios de los libros son inalcanzables, tiene que ver la política; si las embestidas de la naturaleza nos vencen, tiene que ver la política.

La política tiene que ver en todas las circunstancias de nuestra vida cotidiana; por tanto, no es una buena idea alejarse de ella, ni mirar para a un costado cuando los políticos corruptos se levantan hasta las joyas de la abuelita.

Renovar la política con rostros nuevos y con integridad ética cambiaría en gran medida el lodazal en que estamos ahora por culpa de malos políticos. Es sumamente importante saber cómo funciona la política y si es necesario participar en ella de manera activa.

Si Suiza es lo que es ahora es porque el sistema político de ese país otorga gran importancia a la participación de los ciudadanos en la política. Los ciudadanos en ese país no le dan la espalda a la política. Ahí está una de las grandes diferencias con nuestro país.

*Este post es una colaboración de Paco Moreno, docente de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Privada del Norte.

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