Hace pocas semanas, en la plaza de la Municipalidad de Los Olivos, se llevó a cabo la Exposición Vivir Mejor, organizada por estudiantes del Taller de Proyectos II Ciclo 2015 – I y el Centro de Estudiantes de Arquitectura CEA de la UPN – Sede Lima Norte. La muestra tuvo como finalidad acercar al ciudadano de a pie -en especial a los vecinos de Los Olivos- a los conocimientos y criterios arquitectónicos aprendidos en nuestras aulas para aportar a la mejora de la vivienda de nuestra comunidad, nuestros barrios y finalmente nuestra sociedad.
Los proyectos dispuestos sobre la plaza eran una invitación para todo transeúnte. Bajo el título “La vivienda-taller de Los Olivos”, las piezas de la muestra tenían como sustento teórico los principios arquitectónicos de la arquitectura moderna, específicamente los cinco puntos en que se basó Le Corbusier para desarrollar la teoría arquitectónica moderna: Pilotis, Planta Libre, Fachada libre, Ventana corrida y Techo-jardín, además los “seis valores afectivos de la Arquitectura”: Nivel de abstracción, Nivel de apertura, Nivel de pictoricismo, Fluidez Espacial, Transparencia arquitectónica y Liviandad.
Bajo estas teorías y a partir de las necesidades de una familia típica de esta zona, se desarrollaron los prototipos de vivienda de cinco niveles en el distrito de Los Olivos. Estas son, un negocio familiar desarrollado en primer nivel, donde la familia puede instalar alguna tienda, restaurante, taller o similar para sostener la economía familiar, así como un espacio destinado para un automóvil, motocicleta o mototaxi –los cuales ciertamente devienen en un eventual ingreso familiar. En los niveles superiores se desarrolla la vivienda propiamente dicha y como atractivo particular de estos prototipos se incluyó un mini departamento para inquilinos (estudiantes, familias jóvenes o ancianos que requieran un ambiente independiente). Cabe señalar que las viviendas expuestas consideraban amplias áreas libres a manera de expansión de las áreas sociales para poder potenciar la relación entre los usuarios y la naturaleza exterior.
El primer mensaje visual llegó a través de las maquetas, en las cuales se pudo realizar una observación empírica y comparar las propuestas. El segundo mensaje visual se dio a través de paneles y gráficos que acompañaron la muestra. Se ofrecieron en general elementos de fácil comprensión, con esquemas, gráficos y croquis que mostraron modelos de viviendas de la zona y las novedosas maneras de transformarlas para vivir mejor.
Esto fomentó el interés por las posibles soluciones planteadas por los futuros arquitectos y sus prototipos de vivienda. Entonces surgieron algunas interrogantes: ¿Cómo implementar estos principios en viviendas ya construidas? ¿Es posible incluir las ideas expuestas en una nueva concepción de vivienda?
La sensación que brinda una doble altura en los ambientes, espacios con buena iluminación y ventilación, la importancia de mantener o crear áreas verdes dentro de sus viviendas, la generación de continuidad espacial a través de los vanos, la inclusión de uno o más árboles en la vivienda, sin que deteriore o dañe la infraestructura, y otras ideas rondaban en torno a la muestra. Esto hizo que la exposición cobrara vida en todo sentido y propusiera un objetivo enfocado en ‘una nueva manera de vivir mejor’.
De esta manera como estudiantes traspasamos las aulas y volcamos nuestros conocimientos en el mundo real y en contacto con la ciudadanía, explicando cómo un buen proyecto arquitectónico puede mejorar no solo las viviendas, sino también la vida misma. La sociedad debe entender que el hecho de pertenecer o no a una clase social no determina un estilo de vida.
El 75% de Lima está autoconstruida y erige sus viviendas paso a paso. Esto representa una oportunidad y es ahí donde la comunidad arquitectónica debe tener un contacto directo con la sociedad. El objetivo debe ser capacitar al ciudadano para que diferencie entre lo bueno y lo malo. Cabe señalar que los ciudadanos, al no tener un criterio claro, toma como referencias estilísticas los grandes centros comerciales u otros diseños sin otro fin que el económico, convirtiendo a sus viviendas en simples lugares para dormitar. En este punto cobra importancia el aporte de los futuros arquitectos al explicarles que pueden vivir bien con un buen diseño y desarrollo de su proyecto, pues en definitiva la arquitectura es el reflejo de grandes expectativas de vida, anhelos, sueños y esperanzas.
Los actuales edificios multifamiliares de varios niveles han devenido en un negocio y los departamentos que se ofrecen pueden entenderse como cajas para habitar sin áreas verdes, sin dobles alturas, sin áreas libres y sin árboles. Todo esto impide buena calidad de vida y progreso.
Experiencias como esta exposición nos enriquecen profesionalmente, pues no solo lo aprendido en las aulas forma al arquitecto, sino también la relación y el dialogo con el ciudadano de a pie, con sus inquietudes, experiencias y expectativas de vida. A partir de esta relación entendemos mejor a la ciudadanía y la ayudamos a realizar una arquitectura acorde con la realidad.
Los futuros arquitectos de UPN y en general los estudiantes de Arquitectura deben entender que es el momento de mirar la realidad de la ciudad y su entorno para abocarse a ella. Es tiempo de hacer que el Perú aprenda que debe vivir mejor.
*Este post es una colaboración de los estudiantes del Taller de Proyectos II – ciclo 2015-1 de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Privada del Norte.
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