Hace unos días sostuve una interesante conversación que representó -para mí y seguro también para mis interlocutores- una oportunidad de reflexión y aprendizaje acerca del management estratégico moderno, y en particular sobre la construcción, gestión de la comunicación y el cuidado de la reputación de una marca, especialmente en situaciones o momentos de crisis.
Antecedentes
El 16 de marzo nos tocó presentar el tema de la Gestión Rentable de la Experiencia del Cliente, en el Congreso Internacional de Retail celebrado en Lima.
Contexto
Por esos días diferentes puntos de la costa norte peruana vivían las terribles inundaciones y aludes (huaicos) que los afectaron severamente e interrumpieron las carreteras en más de un centenar de tramos, cortando toda comunicación terrestre entre Lima y decenas de ciudades en este territorio. Y las noticias en la televisión y la prensa daban cuenta de este panorama tan desolador y que no avizoraba además en esos momentos un pronto final. La situación era critica, caótica, angustiosa e impredecible para centenares de miles de pobladores.
En este contexto, y justamente antes de nuestra presentación en el congreso, pude ver en las redes sociales de mis amigos cómo una línea aérea presentaba precios que podrían cuadruplicar o quintuplicar las tarifas regulares por viajar a estas o entre estas ciudades afectadas. Como era previsible, no se dejaron esperar las críticas y llovieron -valga el término- comentarios y críticas sobre LATAM por sus precios en el contexto descrito.
En esta situación -de explosión exponencial en las redes sociales- la aerolínea emite un comunicado, claro y escueto, indicando que están haciendo excepciones con los viajeros que desean cambiar fechas exonerándolos de penalidades y asimismo comunican que están colaborando activamente -lo que fue cierto- con el apoyo a estas ciudades, además de solidarizarse con las familias afectadas. No tocaron en el comunicado abierta y claramente el tema de los precios, lo que dejaba desatendido el que a mi juicio fue el principal desencadenante de la explosión en redes sociales de los comentarios contra la marca.
El comunicado -como sucede también en las redes- fue víctima de malas interpretaciones, posiblemente porque no tocaba nada del precio de los pasajes – el principal motivo de indignación a todas luces-, y en algunos casos fue hasta comentado y malinterpretado como una ‘cortina de humo’ para distraer la atención sobre sus tarifas. En suma, la lectura de lo sucedido en el contexto de esta grave crisis se decodificó como una manera oportunista de la línea de subir los precios para maximizar sus ingresos, a costa de ser el medio aéreo el único entre Lima y a las ciudades norteñas afectadas por el corte de las carreteras.
El nudo
Con esta información iniciamos nuestra presentación en el congreso, mostrando las evidencias descritas en redes sociales, reflexionando si este tipo de acciones son las que luego pretenden generar clientes comprometidos y fieles con la marca.
Evidentemente manifestamos que teníamos la seguridad que se trataba de un error en los sistemas automáticos de fijación de precios dinámicos, que de acuerdo a la oferta disponible mueven los mismos para maximizar los ingresos como se suele utilizar en estas industrias, y es perfectamente lógico -y aceptable desde mi punto de vista liberal- que las empresas busquen y persigan maximizar sus utilidades en el largo plazo.
Sin embargo, dado el contexto que estábamos viviendo no era el mejor momento para hacer evidente una acción de este tipo, o para simplemente desatender -de no haber sido una decisión intencional- las posibles consecuencias de un sistema automático desconectado de su contexto. Es decir, se juntaron las variables para producir una tormenta perfecta y esta llegó sin que nos demos cuenta. Luego de esta introducción proseguí con la presentación de los temas que me llevaron al congreso.
Hace unos días recibí una amable invitación de dos directivos de la aerolínea, interesados en revisar la información disponible y sobre todo en conocer nuestro punto de vista al respecto. Esta conversación nos permitió también conocer qué está detrás de esta compleja situación y ha sido una magnífica oportunidad de aprendizaje para todos en varios sentidos.
Evidentemente una respuesta tardía a los precios mostrados públicamente en la web de la aerolínea desencadenó los comentarios e interpretaciones en contra de la marca. Hoy día, con la velocidad del procesamiento e inmediatez de las comunicaciones, ‘tardío’ puede ser simplemente unas cuantas horas para que una situación explosione de forma exponencial en decenas de miles de ciudadanos.
Los directivos nos explicaron el sistema de fijación de precios. Para comenzar, no es un sistema automático que busca maximizar la demanda (como los hay en otras industrias como la renta de autos, los hoteles e incluso las aerolíneas), sino que es un sistema compuesto por cuatro categorías de precios, que van llenando la disponibilidad fijada para cada grupo, consumiéndose primero, como es natural, los precios más bajos -y con menos atributos y prestaciones-, dejando disponibles los precios más altos. Por lo tanto, lo primero que se acabó -y más aún en este contexto de alta demanda- fueron los tickets baratos, así que eso explica que la aerolínea no intentó sacar provecho de una situación coyuntural elevando las tarifas de manera intencional con la venta de sus escasos asientos disponibles.
El comunicado que emitieron tampoco menciona ninguna disculpa, pues no se trató de un hecho desarrollado con intención, sino simplemente del remanente disponible de asientos para venderse a los precios establecidos (y con las mayores prestaciones y flexibilidad) con varios meses de anticipación en un sistema que por supuesto no tenía forma de prever la variable exógena que se iba a presentar afectando la demanda.
Para graficar lo sucedido, me contaron un ejemplo interesante. Es como tener en un supermercado cuatro tipos de carne de diferente calidad y precio, comenzando por la nacional y más sencilla y terminando por la importada empacada al vacío y de mayor valor. Y es como que el comprador llegue un domingo al supermercado, justo al mediodía y antes de hacer la parrilla y con los invitados esperando en casa, cuando las tres primeras carnes y las de menor precio se han terminado y solo queda la carne más cara disponible en el mostrador. El cliente tiene la premura de hacer la parrilla, así que deberá comprar alguna, la única disponible. Esta es una política normal en todo el comercio, es el desarrollo de la extensión de la línea de productos con diferentes variedades, atributos, prestaciones y por supuesto precios.
No hubo en consecuencia ninguna manipulación de precios, y en todo caso lo que ha sucedido es quizá una desatención de la cadena de suministros y pronósticos que originó el desabastecimiento temporal de la variedad de línea y la rotura del stock en algunos productos.
Regresando al caso LATAM, la aerolínea desarrolló -como muchas otras organizaciones y empresas- varias actividades de apoyo y compromiso social, como poner a disposición vuelos gratuitos y el traslado de más de 2,000 pasajeros sin costo para atender situaciones de emergencia familiar y el transporte de cerca de 50 toneladas en víveres.
En consecuencia, y en aras de complementar la presentación con información adicional que ahora tengo disponible, planteo algunas lecciones aprendidas de este caso tan interesante.
Lecciones aprendidas
Colofón
La vida se puede definir como un conjunto de decisiones y experiencias en varios escenarios imprevistos e inciertos: pero ´una mar calma nunca hace un marinero competente´. Si bien tratamos de pronosticar y proyectar nuestras acciones de una manera coherente en el futuro cercano, concepto al cual le llamaremos planificación, la vida se encargará siempre de mostrarnos que puede recorrer el camino por algunas opciones distintas y no previstas.
Sin embargo, nos entrenan para desarrollar nuestra capacidad de gestión y respuesta ante escenarios futuros predecibles, proyectados y lineales, cuando en realidad el futuro es desconectado, inesperado, disruptivo, hipercompetitivo[i] e incierto, y requiere de nosotros, más que habilidades predictivas y rigidez en la ejecución, la capacidad de análisis, respuesta, flexibilidad y velocidad, comunicación y consistencia, liderazgo y capacidad de ejecución.
*Este post es una colaboración de Rodolfo Cremer, vicerrector académico y director de la Escuela de Postgrado de la Universidad Privada del Norte.
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[1] Debriefing. El debriefing es un anglicismo utilizado para denominar a una reunión posterior a una misión, actividad, evento o proceso. El debriefing, en el mundo militar, es la reunión posterior a una acción armada o a una misión en la que se extraen conclusiones de la misma. En ella se analiza el cumplimiento o no de los objetivos de la misión y se extraen conclusiones acerca de la actuación de todos sus participantes.
[i] Hipercompetitivo (Hypercompetition). Concepto acuñado por el profesor de negocios y estrategia del Amos Tuck School at Dartmouth College Dr. Richard D’Aveni. Para más detalles referirise a: https://www.strategy-business.com/article/14886?gko=c7ef4
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