Activo humano: un factor decisivo en el resultado de las organizaciones

Es indudable que el bienestar y progreso de una empresa corresponde a factores tanto internos como externos. Apuntar al equilibrio entre ambos a través de una evaluación constante de las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de la organización es una tarea de primera línea para quienes conforman la alta dirección.

Sin embargo, mientras en el plano externo existen circunstancias que podrían escapar a las gestiones corporativas -hablamos de crisis generalizadas de mercados o de políticas gubernamentales que van en detrimento de la economía-, en lo relativo al activo humano y otros componentes del ámbito interno se puede decir que el control está al alcance de sus líderes. Lo cual es también indicativo del valor de las variables concernientes a gestión del talento.

En este sentido, existen organizaciones como Great Place to Work que asumen como un elemento fundamental para el sostenimiento de los negocios una cultura basada en la confianza.

Ana María Gubbins, gerente general de dicha organización en el Perú, refiere que «los temas que ocupan las primeras planas de los medios de comunicación, acá y en el resto del mundo, tienen que ver con aspectos intrínsecos a las conductas del ser humano. Como que los aspectos económicos y financieros hubiesen pasado a un segundo nivel de manera temporal, y hoy lo que se torna relevante y urgente para el futuro son temas como la integridad, la ética, la transparencia, la equidad, la inclusión, la diversidad, el respeto, la credibilidad, el trato justo, el cuidado por el entorno, entre otros. Todos ellos son elementos claves para construir confianza, no solo al interior de la empresa sino para todos los grupos de interés de las organizaciones».

Por su parte, la reclutadora Hays plantea que las motivaciones de los trabajadores no están vinculadas solamente a cuestiones de orden monetario. Esta institución encuentra que los incentivos más poderosos son cinco:

Oportunidad de formación y desarrollo. Esto porque cuando una empresa capacita a sus colaboradores les está demostrando que son importantes y tienen una proyección en el largo plazo.
Un camino claro hacia el progreso. Junto con la posibilidad de capacitarse, los trabajadores aprecian que se les muestre con claridad el camino para progresar en la compañía. Si esto es a través de reuniones en las que se trate personalmente estas perspectivas, muchísimo mejor.
Reconocimiento. Puede tener diversas formas y siempre será bienvenido. Todos se sienten orgullosos de recibir una felicitación en el trabajo,
Autonomía y responsabilidad. Es importante que los empleados sepan dónde están en la empresa y qué parte del engranaje son. Se contribuye a que esta sensación aumente dándoles tareas de mayor responsabilidad. Asimismo, para que la autonomía se desarrolle correctamente deben ser libres de poder compartir sus ideas y opiniones cuando sea necesario, sin temor y sin ser ignorados.
Ambiente laboral. Crear un lugar de trabajo en el que la gente disfruta y fluye la inspiración es otra forma de mantener la motivación bien alta. En este sentido, hay que incentivar al equipo para que brinde sugerencias de mejora del lugar de trabajo.

A modo de corolario podemos señalar que el activo humano es la piedra angular de las empresas y en gran medida los resultados de estas estarán relacionados con el bienestar y las expectativas de los trabajadores. Algunas pautas en este sentido ya las tenemos.

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