La entrevista de selección es una conversación formal, para evaluar la idoneidad del solicitante. El entrevistador se fija dos preguntas generales: ¿Puede este candidato desempeñar el puesto? y ¿Cómo se compara respecto a los otros candidatos? Nos permite sondear el potencial de los postulantes, ejecutivos y directivos en general.
Los entrevistadores obtienen información sobre el candidato y este sobre la organización. La habilidad para entrevistar se va ganando con el paso de los años y la experiencia; muchos psicólogos utilizan esta herramienta para validar los resultados de la aplicación de pruebas psicolaborales.
Entre los tipos de entrevista podemos encontrar: no estructuradas, estructuradas, mixtas, conductuales, de tensión, entrevistas en ubicaciones geográficamente distintas (mediante la tecnología) y entrevista por competencias, la cual tiene una reciente introducción al ámbito laboral y que busca formular preguntas sobre incidentes críticos o de eventos conductuales.
Una parte importante es la preparación del entrevistador, desde crear un ambiente de empatía y aceptación reciproca, una imagen humana y amistosa, ya que eso también es imagen para la empresa. Su comunicación deberá ser exacta, para evitar interpretaciones; cuidar el contenido y las formas; y recordar que los sentimientos ayudan a enfatizar los argumentos.
Se debe considerar aspectos como: objetivos, ambiente de realización, partes (presentación, cuerpo y finalización) y registro de la entrevista. Además de tomar en cuenta la observación de la conducta no verbal entrevistado: La mirada, la sonrisa, los brazos cruzados por ejemplo: suponen evitación de intercambio. En los componentes paraverbales: los cambios de entonación, volumen, velocidad en las palabras, los silencios, pausas, el tono, timbre, fluidez verbal, velocidad, claridad, tiempo de habla también deben ser tomados en cuenta como indicadores de evaluación.
Y ¿Quiénes son los candidatos deseables? Adrian Furnham, en las páginas de The Icarus Syndrome, define tres características del candidato esperado: Inteligencia o habilidad nata: la habilidad intrínseca que posee cada persona; Estabilidad emocional: poderoso predictor de futuros desempeños y relaciones interpersonales adecuadas; Dedicación profesional: ético en su trabajo, dedicado, responsable, cuidadoso de los detalles, con tendencia a trabajar en equipo y que apunta a los objetivos comunes.
Como vemos estas son las características positivas propuestas- pues- si las tienes serás el elegido.
Referencia: Administración de Recursos Humanos William b. Werther/ Keith Davis Técnicas de Negociación. Fernando de Manuel Dasí/ Rafael Martínez – Vilanova MartínezEtiquetas:
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