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El comportamiento organizacional consiste en la dinámica de conducta que se produce entre los grupos y los individuos en el entorno laboral. En esta nota, profundizaremos más sobre esta práctica, su definición, importancia, modelos de comportamiento en las organizaciones y sus características ¡Quédate aquí!
El comportamiento organizacional se centra en cómo se comportan los humanos en las organizaciones, incluida la forma en que interactúan entre sí. De la misma manera, observa cómo trabajan dentro de las estructuras de las organizaciones para realizar sus funciones.
Diversos autores y académicos, muchos de ellos especializados en administración y liderazgo, se han preocupado por darle un marco teórico a este concepto.
Para Stephen Robbins, es un campo de estudio que investiga el impacto de los individuos, grupos y estructuras sobre el comportamiento dentro de las organizaciones. Otros académicos, como Keith David y John Newstrom, lo definen como el estudio y la aplicación de conocimientos sobre cómo actúan las personas dentro de las organizaciones.
El comportamiento organizacional es mucho más que la interacción entre trabajadores, grupos y estructuras de una empresa, pues se ocupa del análisis de cómo estas variables influencian el desarrollo del talento humano y el funcionamiento en general.
Este concepto y todos sus elementos se aplican y adoptan como filosofía con el fin mayor: promover el desarrollo humano dentro de las empresas y organizaciones.
Las empresas utilizan la información del comportamiento organizacional para evaluar sus propias actitudes y comportamientos. No obstante, también sirve para evaluar los valores, estrategias y objetivos. Además, pueden usar esa comprensión para identificar a los trabajadores que exhiben liderazgo o también otros comportamientos clave.
Para los gerentes nunca fue tan importante como ahora entender el comportamiento organizacional. Si revisamos los cambios profundos que experimentó el mercado de trabajo en los últimos tiempos, veremos que hoy esta teoría es fundamental para la competitividad de las empresas. Por ejemplo, en el teletrabajo.
Antes de la pandemia se pensaba que era una modalidad laboral solo para ciertas industrias o sectores. Hoy, tras más de cuatro años de la emergencia sanitaria, el trabajo híbrido es una realidad. Esto es la combinación de trabajo presencial y en casa.
Además, las organizaciones luchan con la escasez de talento. Algo impensado hace unos pocos años. Sumado a ello, los trabajadores valoran mucho más otros factores más que la compensación económica al momento de decidir quedarse. Hay muchos otros factores que influyen en la rotación del talento; por ello, las empresas necesitan conocer todas estas variables para retener a sus empleados.
En ese sentido, la importancia del comportamiento organizacional radica en la profunda comprensión que brinda sobre las personas de la compañía, sus acciones e interrelaciones. Gracias a ello, las personas que dirigen las empresas pueden realizar los siguientes pasos:
Los tres modelos de comportamiento organizacional son los siguientes:
En este nivel se analiza el comportamiento de cada persona que trabaja sola en la organización. Brinda una micro perspectiva con una orientación más bien psicológica de cada trabajador.
El enfoque se orienta a la personalidad, percepción, motivación y satisfacción en el trabajo. Cuando se analiza este nivel, la empresa debe concentrarse en los efectos que tienen las aptitudes en la productividad de los trabajadores, en lo que les motiva a desempeñar sus tareas y en cómo se sienten o perciben su espacio de trabajo.
Este nivel se enfoca en el comportamiento de los grupos y los equipos de la empresa. Brinda una perspectiva intermedia de la conducta de una organización. A su vez, funciona como nexo entre los otros dos niveles.
Aquí la empresa debe centrarse en analizar el funcionamiento de los equipos, la toma de decisiones dentro de estos y las dinámicas grupales y entre grupos. El objetivo de trabajar este nivel es buscar formas de incentivar el trabajo colaborativo para aumentar la productividad del grupo.
Asimismo, debe orientarse a la adecuada combinación de aptitudes de los miembros del equipo para mejorar el desempeño a nivel colectivo.
Se refiere al comportamiento de la organización como un todo. Este nivel brinda una perspectiva macro del comportamiento organizacional y, por tanto, estudia la conducta de la empresa entera. En ese sentido, su enfoque es holístico.
Por ello, se centra en la forma en que se desarrolla la comunicación interna en la empresa, el comportamiento del liderazgo, la toma de decisiones, el manejo del estrés y los conflictos, la negociación y coordinación de las actividades de trabajo. Aquí se interviene en los procesos de trabajo, la estructura organizacional y el diseño de la cultura de la empresa.
El comportamiento organizacional depende de ciertas características que poseen las organizaciones y su entorno, tales como el manejo de contingencias, situaciones, mentalidad y estructura organizacional establecida para la toma de decisiones y la operación regular. Las características que la definen son las siguientes:
Su objetivo es ayudar a las personas y a las organizaciones a elevar su nivel de desempeño. Al aplicar esta metodología, las compañías pueden conseguir que las personas se sientan satisfechas con su trabajo y, al mismo tiempo, mejorar las normas de competitividad de la empresa, contribuyendo a que esta consiga el éxito.
Para la teoría del comportamiento organizacional nada es fijo y no se puede determinar una forma invariable de administrar una compañía. De ahí que el enfoque de este campo de estudio se centre en las contingencias.
No se puede manejar una organización y las personas que trabajan en ella de una forma única, todo dependerá siempre de las circunstancias. Por ello, el comportamiento también considera variables como el entorno, el ambiente interno y externo en el que opera la empresa.
Otra de las características del comportamiento organizacional se relaciona con la forma de acceder a la información. Básicamente, propone la investigación sistémica propia del método científico.
Es decir que, al aplicar esta teoría, se formulan hipótesis y generalizaciones sobre el comportamiento en las organizaciones y luego es necesario comprobarlas empíricamente.
En el comportamiento organizacional las personas son la base de todo; pues el capital humano es lo que hace que una empresa esté viva y en continua transformación. Por ello, el objetivo esencial de este campo de estudio es ayudar al talento y las organizaciones a entenderse mejor.
El comportamiento organizacional se centra en cómo se comportan los humanos en las organizaciones, incluida la forma en que interactúan entre sí. De la misma manera, observa cómo trabajan dentro de las estructuras de las organizaciones para realizar sus funciones.
*Esta nota es una colaboración de José Luis García Saavedra, docente de la Escuela de Postgrado de la Universidad Privada del Norte.
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