Según informes de diversas organizaciones, la pandemia ha ahondado las brechas de desigualdad y discriminación, tal como ocurre con la comunidad LGTB. Ante ello, nuestra colaboradora recuerda la necesidad de superar estas estigmatizaciones en favor de lograr un país más justo.
Es evidente que durante la pandemia de COVID 19 las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI) también han enfermado. Sin embargo, su acceso a los servicios de salud se complica debido a que suelen sufrir múltiples discriminaciones y estigmas, los cuales ocasionan que por temor a este tipo de actitudes no acudan a atenderse y eleven el riesgo de la enfermedad.
Por lo tanto, como profesionales de la salud debemos cuestionar los estereotipos de género de quienes, con prejuicios y actitudes, justifican y ejercen violencia contra personas LGTBI a través de frases como “yo los acepto, pero sin escándalo” o “están en el hospital no en un circo”, palabras que no deben permitirse ni tolerarse, siendo un delito que debe denunciarse en estricto cumplimiento al derecho a la igualdad y no discriminación que tenemos todas las personas.
Los profesionales de la salud necesitamos estar alertas y abstenernos de manifestar apreciaciones u opiniones sobre la identidad de género y/u orientación sexual mientras brindamos un servicio en un establecimiento de salud o fuera de él, convirtiéndonos en ciudadanos responsables de la defensa de los derechos humanos. Es fundamental respetar y reconocer la identidad de género que cada persona tiene, llamarlas por su nombre sin presuponer heterosexualidad o llamarlas por su apellido durante la atención, lo cual es una muestra de respeto libre de estigma y discriminación. Esta práctica debe trascender los espacios públicos y privados, haciéndose parte de una cultura nacional.
La OMS (1990) reconoció que la homosexualidad no es una afección mental y la retiró de su Clasificación Internacional de Enfermedades. De esta manera, desde 2004 cada 17 de mayo se conmemora el Día Internacional Contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia[1] y el 28 de junio el Día Internacional del Orgullo LGBT.
Animamos por lo expuesto a promover y ofrecer el acceso a la salud de personas LGTBI al detectar algún daño provocado por la violencia de su pareja o un integrante del grupo familiar, activando la Guía Técnica para la Atención de Salud Mental a Mujeres en Situación de Violencia Ocasionada por La Pareja o Expareja u ofreciéndoles el kit de violencia sexual u otro servicio como la línea 100 o Línea 1884 opción 1 en casos de discriminación, según lo que requiera, e indicando u oficializando la denuncia.
Tratar a las personas LGTBI con dignidad contribuye a forjar un Perú equitativo, justo e igualitario y a brindarles la atención en salud que requieran. Recordemos que tienen los mismos derechos y deben tener las mismas posibilidades para ejercerlos.[2]
*Este post es una colaboración de Kelly Sopla Rojas, docente de la Facultad de Salud de la Universidad Privada del Norte.
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[1] “Pautas igualitarias para promover los derechos de las personas LGBTI en el contexto de COVID–19”: https://bit.ly/2LycwoK
[2] «Lineamientos para la atención de personas LGTBI en los servicios del PNCVFS del MlMP». 2016
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