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La crisis sanitaria que vivimos desde hace un año pareciera cerrar toda posibilidad de ser feliz. Sin embargo, existen estrategias y recursos para sobreponernos al mal momento e ir en busca de la tan ansiada felicidad.
Las Naciones Unidas instituyó el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad. Se entiende con esta nominación la importancia de la búsqueda de la felicidad como meta fundamental, el bienestar como aspiración de los seres humanos y el valor de su inclusión en las políticas de gobierno. Esta fecha invita al mundo a desarrollar una diversidad de actividades que promuevan acciones específicas, principalmente en el ámbito de la educación, y nos lleva a reflexionar sobre cómo ser feliz en el contexto de pandemia que vivimos.
La ciencia psicológica ha iniciado una interesante exploración hacia lo positivo y el equilibrio humano. La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades y limitaciones y puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y ser capaz de establecer objetivos cuyo logro represente una contribución a su entorno. La dimensión positiva de la salud mental está implícita en la definición que figura en la constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS): «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». (OMS 2011)
Pequeñas acciones pueden convertirse en grandes iniciativas. Como dijo Ban Ki-moon, ex secretario general de las Naciones Unidas en su mensaje por el Día Internacional de la Felicidad en 2014: “La felicidad puede tener significados diferentes para cada persona, pero creo que todos podemos estar de acuerdo en que su logro implica trabajar para poner fin a los conflictos, la pobreza y otras circunstancias desafortunadas en las que viven tantos de nuestros semejantes”. Y en estos tiempos yo agregaría para hacer frente al confinamiento, la pandemia, el encierro y la falta de libertad para algunas actividades, básicamente por el bien común.
Así que a generar una felicidad sostenible y como diría la canción: Si no quieres discutir y te quieres divertir, escúchame bien, solo se vive una vez. Una hermosa invitación a dejar los problemas de lado y disfrutar de la vida ahora en casa. ¡Sí se puede!
*Este post es una colaboración de Romy Díaz, directora de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte.
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