El Perú es un país de emprendedores. El mercado nacional está colmado de micro y pequeñas empresas (mypes) que son creadas por entusiastas emprendedores, que creen en sus ideas de negocio y van más allá de los problemas.
Suena fácil, pero crear “tu propia empresa” no es una tarea que se realiza de la noche a la mañana. Es una labor constante, que necesita dedicación, perseverancia y alto control emocional frente a los obstáculos.
Estandarte del cambio:
Según el informe del Monitor Global de Emprendimiento 2011 (GEM, por sus siglas en inglés), creado por especialistas de Babson College, el Perú ocupó el tercer puesto en el mundo, de países con mayor índice en actividad emprendedora temprana (18-64 años), detrás de China y Chile. Además, registró una tasa emprendedora de 22.9%, es decir, uno de cada cinco peruanos estaba realizando algún tipo de emprendimiento.
Pero, ¿qué es lo que motiva a los peruanos a emprender?
El emprendedor tiene como fin promover cambios positivos, tiene pasión por lo que hace, es independiente, toma decisiones, asume riesgos y es persistente. Sus motivaciones pueden ser la oportunidad o la necesidad. Si comparamos los dos casos, emprender por oportunidad es la mejor alternativa a seguir.
Específicamente, en el caso peruano la tasa de emprendimiento por oportunidad es el doble de la tasa de emprendimiento por necesidad; es decir, por cada dos emprendimientos de subsistencia existen cuatro por circunstancia, según indica el GEM 2011.
A través de los años, las familias peruanas han incrementado sus ideas de negocio y las han plasmado a través de la creación de empresas que han ido desarrollándose más en cada generación, debido a su mejor preparación y conocimiento del mercado.
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