Tabla de contenidos
En el Perú actual se observa una ola creciente de ideas que ya no se quedan en apuntes o charlas entre amigos, sino que toman forma, se vuelven empresas y transforman industrias. Los emprendedores peruanos están dejando de ser solo sueños para convertirse en protagonistas reales del cambio.
En esta nota, once figuras que están haciendo historia: personas que asumieron retos, trabajaron en condiciones complejas y construyeron compañías con propósito. Aquí no hay promesas de éxito fácil: hay decisiones, fallos, ajustes y momentos de cambio. Conoce esas trayectorias reales y motivadoras aquí ¡No dejes de leer!
Para entender mejor lo que distingue a un emprendedor exitoso –no solo en el sentido de tener éxito económico, sino de generar impacto– podemos reconocer estos rasgos:
La fintech de finanzas que facilita invertir en la bolsa de valores de Estados Unidos a un millón de latinoamericanos. Dusko Kelez fundó Hapi con el objetivo de democratizar la inversión en mercados bursátiles a personas de 17 paises en Latinoamérica. La idea nació cuando él mismo enfrentó las barreras para invertir desde Perú: montos mínimos elevados, comisiones altas, dificultad para acceder.
Hapi permite invertir en fracciones de acciones, sin montos altos, brindando apertura al mercado bursátil. La compañía ha logrado levantar más de US$4.3 millones en rondas de capital y alcanzar cientos de miles de usuarios registrados, avanzando hacia el punto de equilibrio en un sector altamente competitivo. La app resuelve el problema de exclusión financiera: quienes antes no podían invertir, ahora pueden hacerlo desde su celular y en la región.
El emprendedor que creo la plataforma educativa que reúne a más de 1000 compañías en el mundo. Diego Olcese fundó un startup de educación online enfocada en habilidades creativas y digitales (diseño, ilustración, animación, marketing, fotografía). Su historia destaca porque al principio el emprendimiento no arrancó con éxito pleno: el proyecto inicial fue distinto y tuvo que cambiar de rumbo.
Con Crehana, logró que miles de usuarios accedan a cursos de calidad adaptados al entorno latinoamericano. La empresa ha levantado decenas de millones de dólares en inversión, alcanzado millones de usuarios y se posiciona como una de las edtech más relevantes de la región. Ese emprendimiento peruano exitoso demuestra que el camino no es recto: pivotar fue clave.
El emprendedor que empezó vendiendo cebollas en un mercado de Arequipa a construir la cadena de cines más importante del Perú. Alejandro Ponce, empezó vendiendo cebollas en un mercado y luego supo escalar su visión hasta fundar (o participar) en la creación de la cadena de cines Cineplanet. Identificó la oportunidad de ofrecer una experiencia cinematográfica moderna al público peruano, con salas cómodas, tecnología adecuada y una oferta diferente de entretenimiento.
Su historia es un ejemplo de emprendedores peruanos que empezaron desde cero, que transformaron un punto de partida humilde en una empresa relevante. Al detectar una necesidad local (mejor cine, mejor experiencia), encontró un nicho, lo abordó y lo escaló.
El ingeniero que apostó por crear robots e innovación tecnológica desde Perú, para competir con el mundo. Francisco Cuéllar fundó Tumi Robotics, empresa peruana dedicada a servicios de automatización, robótica y soluciones tecnológicas para industrias. En un mercado donde muchas veces se importan soluciones listas, él apostó por desarrollar capacidades locales, atender la competitividad de las empresas peruanas, modernizar procesos y elevar la productividad.
Su emprendimiento resuelve el problema de obsolescencia tecnológica en empresas locales, adaptando automatización al contexto peruano. Esta historia ilustra que también los sectores “menos glamorosos” como la industria y la tecnología aplicada tienen espacio para un emprendedor peruano de impacto.
El peruano que convirtió una hamburguesa con sabor local en un ícono nacional de la comida rápida. Carlos Camino es conocido por fundar una de la cadena de hamburgueserías con identidad peruana más famosa del país: Bembos. Esta marca logró destacarse en el mercado de comida rápida por adaptarse al gusto local, la cultura, la identidad del consumidor peruano. En un rubro saturado, supo reconocer que la propuesta de valor no basta si no entiende el contexto: sabor local, servicio, ambiente.
Su empresa resolvió la necesidad de una hamburguesería que entendiera al cliente peruano, que aportara más que solo comida rápida genérica. Es un claro ejemplo de un emprendedor peruano que transformó un rubro masivo con enfoque local.

El chef peruano más conocido a nivel nacional e internacional también es un empresario gastronómico. Gastón Acurio es quizás uno de los nombres más conocidos. No solo creó redes de restaurantes, sino que impulsó la gastronomía peruana como marca mundial.
Con Acurio Restaurantes y marcas como Astrid & Gastón, La Mar, Tanta, Panchita, Barra Chalaca y Papachos, generó un cambio de paradigma: la cocina peruana es reconocida globalmente, no solo como comida sino como industria cultural.
Su emprendimiento resolvió el problema de invisibilidad internacional de la gastronomía nacional, creando valor, empleo, orgullo. Es también un ejemplo inspirador de cómo un emprendedor peruano puede marcar huella más allá del negocio.
La pareja de emprendedores que pasaron de vender azúcar en Lima Norte a construir un grupo retail con decenas de tiendas y una red de distribución nacional. Michael Vega y Rosario Torrejón comenzaron su historia vendiendo productos básicos en mercados de barrio. Con visión y constancia, identificaron una oportunidad: ofrecer precios competitivos y surtido a minoristas y consumidores en zonas populares.
Así nació Corporación Vega, una empresa del rubro retail y distribución que hoy cuenta con tiendas de autoservicio, formatos mayoristas y un sólido sistema logístico que abastece a miles de bodegas en el país. Su crecimiento responde a una estrategia clara: profesionalizar la venta tradicional sin perder el trato cercano que caracteriza al comerciante peruano.
Este caso de emprendedores peruanos exitosos muestra que el emprendimiento no siempre nace en la ciudad, no siempre es digital, sino que puede nacer de a pocos y alcanzar escalar.
La emprendedora que impulsa a miles de mujeres latinoamericanas a conquistar el mundo tecnológico. Mariana Costa es la CEO de Laboratoria, emprendimiento social que capacita principalmente a mujeres en tecnología, brindándoles habilidades para inserción laboral en el sector digital.
Su movimiento atiende el problema de brecha de talento y la baja inclusión femenina en tecnología en América Latina. Desde Perú nació esta iniciativa global que combina impacto social con modelo de negocio. Es un ejemplo de jóvenes emprendedores peruanos que crean soluciones con doble propósito: mejora personal y laboral.
Los hermanos que pasaron de confeccionar ropa en un taller familiar a liderar una marca de moda nacional. Julio, Aquilino y Armando Flores fundaron Topitop, cadena peruana de retail textil de moda que arrancó muy pequeña y creció hasta tener presencia nacional. En un rubro extremadamente competitivo (moda, retail) supieron construir marca, escala, operaciones, entender al consumidor peruano.
Su historia se coloca entre los casos de emprendedores exitosos que partieron de condición pequeña y supieron montar una infraestructura de país. Han resuelto la necesidad de moda accesible, buena calidad y presencia local, entendiendo logística, identidad, coste.
De vender mandarinas a crear una de las avícolas más grandes del país. Estuardo Masías es el fundador de La Calera, una empresa dedicada a la producción, empaque y comercialización de huevos y productos avícolas. Su apuesta fue profesionalizar un negocio que muchas veces es informal: desarrollar granjas propias, procesos de empaque con controles de calidad y una logística que abastece a supermercados, mayoristas y negocios de comida.
La Calera atiende un problema concreto del mercado: garantizar suministro constante, seguridad alimentaria y trazabilidad en un alimento básico y de alto consumo, contribuyendo a la cadena de valor avícola nacional.
De lavar autos al liderar en lubricantes de alto rendimiento con presencia internacional. Oswaldo comenzó su camino muy joven, trabajando como lavador de autos y ayudante informal en Lima. En 1995, y de forma muy rudimentaria, fundó Vistony, una empresa peruana que hoy en día fabrica y comercializa lubricantes, grasas, refrigerantes y productos auxiliares para los sectores automotor e industrial.
Vistony se propuso resolver el problema de la dependencia de importaciones en lubricantes y falta de calidad local, desarrollando productos con tecnología avanzada, estándares internacionales y una planta propia que abastece tanto al mercado peruano como a otros continentes.
Hoy la empresa tiene presencia en múltiples países y opera con certificaciones de nivel internacional, lo que demuestra que un emprendedor peruano puede escalar en industria técnica y competir en calidad a nivel global. Actualmente tiene una planta en Nueva Delhi, India con un tamaño mayor a la planta matriz de Perú.
Los emprendedores peruanos más exitosos son aquellos que no solo crearon una empresa rentable, sino que generaron impacto, escalaron su negocio, resolvieron problemas relevantes en el mercado y demostraron que desde Perú se puede competir a nivel global. Entre ellos Gastón Acurio, Alejandro Ponce, Diego Olcese y Dusko Kelez.
Un emprendedor combina visión, flexibilidad para adaptarse a cambios, enfoque en valor, persistencia con inteligencia y la capacidad de construir redes o equipos. También acepta que habrá fallos, pivotes y aprendizaje constante más allá del entusiasmo inicial.
Si hablamos de visibilidad popular, probablemente el nombre más reconocido sea el de Gastón Acurio, por su impacto cultural y global en la gastronomía peruana. No obstante, “fama” no equivale a “mejor modelo” para todos: cada perfil es distinto, y cada emprendimiento nace de un contexto diferente.
En resumen, las historias de estos emprendedores peruanos exitosos ofrecen una inspiración auténtica: no se trata de fórmulas mágicas, sino de combinar propósito, trayectoria, ajuste al entorno y escala. Para ti que estás pensando emprender, recuerda: lo esencial no es solo querer, sino también definir qué problema vas a resolver, construir algo con valor, aprender del camino y avanzar con visión.
¿Listo para alcanzar tus metas? ¡En UPN llevamos tu potencial al máximo! Si deseas conocer más sobre nuestras carreras de Negocios, haz clic en el siguiente banner ¡Regístrate hoy mismo y comienza a construir tu futuro!

Etiquetas:
y nos
pondremos en contacto
para brindarte