Cuando la basura se convierte en una oportunidad de emprendimiento

Dos experiencias que nos demuestran que el fomento de una cultura de reciclaje da paso a un mercado en el que se pueden hacer importantes negocios.

En el Perú se producen diariamente alrededor de 23,000 toneladas de basura, un tercio de las cuales en Lima. Meses atrás la exministra de Ambiente Fabiola Muñoz manifestó que el volumen de residuos que generamos los peruanos es muy elevado. El problema, sin embargo, radicaría sobre todo en la magra proporción que se recicla de ese total: apenas un 15%.En el Perú tan solo se recicla un 15% del total de residuos que se producen. (OEFA)

Las razones por las cuales los intentos de establecer una cultura de reciclaje en el país no han tenido éxito son diversas. Podríamos mencionar por un lado la poca experiencia de los gobiernos municipales, que no han logrado articular procesos eficientes para el tratamiento de la basura. Asimismo, se presentan dificultades para comprometer a la población con la tarea de separar los residuos. Finalmente, y no menos importante, podemos referirnos a que en el Perú aún no se asume el reciclaje en términos de negocio, lo que hace que la oferta y demanda de residuos tenga niveles muy bajos.

¿Puede el reciclaje ser un buen negocio? Sin duda, y en ese sentido presentamos la experiencia de dos hombres que emprendieron en este ámbito en México, país donde el tema del reciclaje era visto de manera similar que en el nuestro.

PET

En 1994 la crisis económica por la que atravesaba México provocó la quiebra de la empresa de Jaime Cámara. Mientras estudiaba nuevas alternativas de negocio, encontró que había oportunidades en la basura.

“Sonaba como una locura en ese momento, pero el tiempo nos ha dado la razón y hoy es una tendencia a nivel mundial. Nadie creía que el negocio del reciclaje del PET pudiera funcionar, pero ahora tenemos la planta recicladora de PET grado alimenticio más grande del mundo. Es un orgullo para México”, revela a Entrepreneur Cámara, director general de PetStar y presidente la Comisión de Imagen de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac).

Aun cuando últimamente la caída del precio del petróleo les ha jugado en contra, este ingeniero industrial ve con optimismo que el consumo y la generación de residuos vaya en aumento en su país. “Inicialmente nos convertimos en el puente de la informalidad de los pepenadores (como denominan en México a las personas que acopian residuos de manera informal) a la gran industria del reciclaje en Estados Unidos”, recuerda respecto a su incursión en el rubro.

Por otra parte, Cámara considera que el fenómeno de calentamiento global convierte al reciclaje en una actividad indispensable. “El mundo tiene problemas con la acumulación de plástico y hay que encontrar las salidas más convenientes a ellos”, concluye.

Tetra Pak

Pablo Kohan es argentino, pero reside en México desde hace varios años. Cuenta él que en el año 2007 escuchó a su padre que alguien estaba haciendo techos con el reciclado de Tetra Pak y el comentario lo dejó intrigado. “Entonces hablé con gente de Tetra Pak y empecé a ver la tecnología que había alrededor del mundo”, relata a Entrepreneur el ahora director general de Verdek Transformaciones Sustentables.

En 2010 Kohan logró constituir la empresa, aunque se presentarían problemas con los socios y Verdek recién comenzaría a operar en 2013. La planta, situada en San Martín de las Pirámides, estado de México, recicla cada mes 400 toneladas de envases Tetra Pak, de las que se obtiene una tonelada de celulosa blanca y 350 kilos de polialuminio cada dos horas. Las láminas de celulosa son crecientemente incorporadas a las casas que se construyen en México con un beneficio económico y ecológico incuestionable: una vivienda de 38 metros cuadrados tiene un costo aproximado de US$ 7,000 y puede estar lista en tan solo 72 horas. La tecnología de Verdek permite asimismo construir baños con biodigestores y aulas para recibir hasta 30 alumnos.

En la actualidad Verdek ha desarrollado edificaciones con material reciclado en Querétaro, Puebla, Tlaxcala y Morelos. “Hay una empresa que a partir del material que todos consumimos y que podría ir a la basura recicla y genera recursos para la gente que menos tiene”, sostiene un también orgulloso Kohan al hablar de Verdek.

Volviendo a nuestra realidad, Eduardo de la Torre, coordinador técnico de la ONG Ciudad Saludable, refiere que tendríamos que empezar por erradicar alrededor de 1,400 botaderos que existen en el país para dar paso a rellenos sanitarios. Esta acción deberá ser complementada por las municipalidades haciendo más eficiente el servicio de limpieza pública y estableciendo alianzas con los ciudadanos para la adecuada segregación de los residuos. De esta manera habremos establecido las bases para una cultura del reciclaje.

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