¿Llegaste a los 30? Evalúa tus logros y proyectos, pero con calma

¿Llegaste a los 30? Evalúa tus logros y proyectos, pero con calma

Has cumplido 30 años. Tienes casi una década de vida profesional. Miras sobre todo hacia adelante, pero también, aunque todavía es breve, empiezas a evaluar tu trayectoria.

No es extraño que sea así. Para muchos, los 30 años representan el primer hito de la vida productiva y naturalmente tendemos a realizar un balance de lo hecho, de lo que queda por hacer y de las estrategias y recursos que emplearemos para cumplir con nuestros objetivos.

Las metas personales ocupan un plano prioritario. Pero el desarrollo profesional es una de las garantías de una vida personal sin apremios. En realidad, sostiene la estratega profesional y reclutadora Jenny Foss, nuestras carreras suponen también un asunto de la mayor importancia, pero el problema surge cuando convertimos los objetivos profesionales en fuente de estrés y temor, situaciones que, como sabemos, conllevan trastornos de todo tipo.

Frente a ello, Foss plantea consejos con los cuales, sin restar importancia a nuestro desempeño profesional y a lo que hiciera falta para potenciarlo, podamos seguir adelante libres de preocupaciones excesivas.

Sigue tu verdadera pasión

Aunque se menciona con insistencia, no necesariamente es cierto aquello de que «haz lo más quieres y el dinero te seguirá». Cal Newport, especialista en informática de la Universidad de Georgetown, presenta evidencia estadística de que las personas tienen muchas más probabilidades de encontrar satisfacción si dejan de tratar de seguir su pasión.

Newport encuentra que los profesionales son mucho más propensos a encontrar la felicidad en el trabajo al aprovechar el capital de su carrera (cosas en las que son buenos) y aplicarlo en roles que les dan acceso a aquello que más les importa: libertad, dinero, equilibrio trabajo-vida y autoridad, entre otros aspectos. La frase se seguirá pronunciando, pero habrá que tomarla con pinzas.

Trayectoria laboral de largo plazo

Hay quienes a los 30 años están preocupados por la evolución de sus carreras en el largo plazo. Trabajando en determinadas plazas, podrían pensar que por situaciones circunstanciales ya no podrán seguir el camino que habían delineado. Pero seamos realistas: a los 30 o incluso 40 años nadie posee aún la historia completa de su carrera.

Así que podrías estar perdiendo opciones si no te abres a oportunidades que van apareciendo en el camino, si no sientes curiosidad por otras alternativas o si no eres flexible con tu definición de «éxito profesional». Ciertamente, no pierdas de vista las metas que te has trazado en lo profesional, pero tampoco caigas en la ansiedad si no tienes un plan de 25 años perfectamente esbozado.

Equilibrio entre el trabajo y la crianza de los hijos

No es sencillo manejar las demandas (intensas e imprevisibles) del trabajo y los niños. Bien podría equipararse esta tarea con actos de malabarismo sobre los que nos preguntamos si seremos capaces de ejecutarlos. Pero tenemos que ser capaces.

Sería deseable encontrar un trabajo o un empleador que te diera un poco de flexibilidad para atender a los clientes al mediodía y dos horas después orientar a tus hijos con las tareas del colegio. Pero no estamos en el mundo ideal y los chicos tanto como sorprendentes son agotadores. Así que si decides tenerlos, tendrás que hallar el yin y el yang de esta condición para que puedas salir adelante de la mejor manera posible.

El momento de iniciar un negocio propio

Lo primero que habría que decirles a quienes sueñan con emprender porque después podría ser demasiado tarde es que eliminen tal idea. No hay fecha de expiración para lanzar un negocio. Si tienes ahora una semilla en mente, esta irá creciendo hasta que llegue el momento propicio para que brote. Aunque si sientes que estás listo para comenzar, podrías ir bosquejando un plan de transición. Pero ten siempre presente que un emprendimiento no sólo es cuestión de tiempo.

Expectativas salariales

Tener una meta de ingresos puede ser saludable y motivador. Pero si llegaras a obsesionarte con los números -a los 30 o a cualquier edad-, esto podría llevarte a hacer malos movimientos y hasta podría interferir en tu habilidad para lograr el sueldo que deseas.

A medida que te aproximas o superas algunos hitos (como el de los 30 años) es comprensible que quieras evaluar dónde estás y saber si estás logrando lo que te propusiste con tu vida y con tu carrera. Sin embargo, lo que debes evitar en todo momento es que estos factores se conviertan en sinónimos de estrés y frustración. Procura más bien emplear tu tiempo libre en preparar una buena cena familiar, renovar tu mobiliario o inventar un cóctel que sorprenda a tus amigos. La serenidad es siempre buena consejera.

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Fuente:

https://www.themuse.com/advice/5-things-you-actually-dont-have-to-have-figured-out-by-30

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