La situación era parte de un caso de estudio, pero en la vida real los entornos laborales no son ajenos a ella: en su primer día de trabajo, el nuevo jefe del área de ventas de una empresa equis reunió a sus colaboradores y sin demasiado preámbulo los instó a conformar un “equipo ganador”. “No tenemos otra opción: si no logramos las metas nos iremos todos”, les advirtió.
Seis meses después, las metas estaban aún bastante lejos, entre los miembros del equipo cundía el desánimo y el jefe creía poder revertir las circunstancias exigiendo diariamente compromiso a sus trabajadores.
Ciertamente el compromiso es una condición sustancial y necesaria para la obtención de resultados en todo orden de la vida, pero es erróneo pensar que puede surgir por generación espontánea o por mandato. Como en todo lo que atañe a las relaciones humanas, el compromiso hay que cultivarlo, alimentarlo, cuidarlo constantemente, y en esta tarea un elemento fundamental es la confianza.
El diccionario de la Real Academia define confianza como la esperanza firme que se tiene de alguien o algo, así como el ánimo, aliento y vigor que se siente para obrar. Trasladado al ámbito de la organización, este concepto sería prácticamente suficiente para obtener los resultados que esperamos de cada trabajador.
No exageramos por tanto al decir que la confianza representa el principio y fin de toda estructura organizacional, una piedra angular que sostiene y propicia la interacción, colaboración y en definitiva la consecución de logros. Robert Cooper, psicólogo que ha realizado estudios sobre inteligencia emocional con líderes de diferentes organizaciones, defiende que la confianza es una de las mayores fuerzas motrices de la ventaja competitiva. Al respecto cita a un ex directivo de Ford Motor Company con el que conversó: “la inteligencia emocional (que tiene a la confianza como un ingrediente principal) es una ventaja escondida. Si somos capaces de gestionar el soft stuff, el hard stuff se ocupa de sí mismo”.
En tanto, Guillermo de la Dehesa, economista y uno de los fundadores de la española Fundación Confianza, sostiene que “sólo la confianza permite que una persona tenga relaciones o haga negocios con otras personas, y es sólo haciendo negocios entre personas y creando empresas como se crea renta y riqueza”. Añade que una prueba del valor de la confianza es que hoy se realizan transacciones diarias por millones de dólares a través del teléfono o por computadora”.
Volviendo al caso de las primeras líneas, excepcionalmente nuestro jefe de ventas podría haber obtenido los resultados que esperaba sólo porque se trataba de una orden suya. Desconocía, o quiso obviar el esfuerzo que requiere, la tarea de construir confianza. Si bien en todo trabajador existe una cuota base de motivación y compromiso, es indispensable que éstos sean potenciados a través de la creación de una cultura de confianza, de la que se desprende además la credibilidad, otro elemento de enorme valor en el gobierno de personas.
Fuentes:
http://tandemsd.com/confianza-en-la-empresa-su-importancia-para-la-delegacion-efectiva/
https://elpais.com/diario/2010/04/04/negocio/1270386869_850215.html
Gobierno de Personas en la Empresa, Ferreiro P., Alcázar M, PAD Universidad de Piura 2005
Herramientas de Coaching, Catalao, J, Penim A, Lexus 2015
Etiquetas:
y nos
pondremos en contacto
para brindarte