Con un estado de ánimo ejemplar y consciente de que nos hallamos en una etapa de necesaria adecuación, nuestro docente Eduardo Yépez nos habla de su experiencia con la educación remota y de las satisfacciones que esta modalidad le deja.
¿Cuáles han sido los principales cambios que ha afrontado al llevar la educación presencial al entorno digital de educación remota?
Soy alguien que no pertenece a la generación tecnológica y he ido aprendiendo con el tiempo. Siempre tuve actividades presenciales, así que ahora que iniciamos este cambio sentí que se me venía el mundo abajo. Comencé a buscar información y entré a las capacitaciones de la universidad. También pregunté a mis hijos, y bueno, creo que he aprendido lo necesario para manejarme bien. Siempre tenemos un poco de temor ante lo nuevo, nos preocupa si haremos bien o no las cosas.
¿Qué habilidades nuevas ha obtenido con este desafío?
Aprender a manejar técnicas novedosas, agudizar la atención en este tipo de trabajo. Pero también uno necesita actuar con paciencia y tener destreza para salir de dificultades y aprender a resolverlas. Igualmente hay que prestar mucha atención a los estudiantes y ser líder para poder guiarlos, sobre todo porque estos chicos millennials conocen bien la tecnología.
«Uno debe actuar con paciencia y tener destreza para salir de dificultades y aprender a resolverlas»
¿Qué ventajas encuentra en la educación remota?
En alguna medida es lo que nos está conectando con el mundo actual. Creo que la gran ventaja es que tienes un mundo abierto, conoces y puedes conectarte con diversas personas y esta es la posibilidad de hacer campus. Ahora lo que tenemos es inmediatez y hay que adaptarnos a ella. Posiblemente en una década vamos a estar en la virtualidad plena. En el balance creo que la tecnología nos permite tener muchas ventajas con relación a otras épocas.
¿Cuáles fueron los retos más difíciles de superar en sus clases de Psicología?
Creo que este fue mi gran dolor de cabeza. Pensaba cómo hacer bien las cosas. Mi mayor reto ha sido que los chicos sientan la presencia del docente a través de la pantalla, aminorar el vacío, que esa distancia se acorte en mi actividad como docente. Necesitamos que los estudiantes se sientan acompañados y escuchados y para ello hay que ir modificando cada actividad que realizamos al modo digital.
Yo por ejemplo dicto Taller de Piscología, un curso vivencial. Así que en las primeras clases hemos hecho trabajos con los familiares de mis estudiantes. Les he pedido también que me den iniciativas y a partir de la cuarta semana ellos harán la introducción a las clases. También realizarán trabajos en video que mostraremos en público. Queremos que sientan que la virtualidad es positiva y que disfruten los espacios.
«Creo que la tecnología nos permite tener muchas ventajas con relación a otras épocas»
¿Qué consejos le brindaría a sus estudiantes?
Yo les diría que tomen esta circunstancia como una aventura. Les escribí a mis “Yépezlovers” pidiéndoles que tengan ánimo y sean positivos y creativos. Les dije que estamos viviendo una eventualidad, pero debemos tomarla como una oportunidad para salir de la rutina y hacer cosas diferentes. Les he pedido que sean autónomos y revisen las clases con anticipación. Antes los chicos estaban acostumbrados a venir en blanco a la clase y el momento que vivimos nos permite cambiar estos hábitos.
¿Qué consejos le brindaría a sus colegas que también están aprendiendo a usar estas plataformas?
Yo les diría a mis compañeros que no pierdan la paciencia. Algunos se desesperan porque a veces fallan los recursos tecnológicos. A lo mejor se trata de mejorar los equipos y la conexión. En casa mis hijos aumentaron la capacidad de megas y todos salimos adelante. Pero igual se pueden presentar problemas y hay que tener tolerancia, ya me ha pasado y hay que tomar todo esto como un aprendizaje continuo. Mis estudiantes que saben de esto también me orientan.
Felizmente los docentes de campus Los Olivos estamos siempre en contacto y nos damos la mano. Esto nos ayuda a mantenernos ecuánimes.
Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio es ofrecer una educación universal y de calidad. ¿Considera que las plataformas virtuales posibilitan una educación inclusiva de calidad?
Ciertamente es una educación inclusiva porque todo el mundo puede entrar. Quien tenga un buen equipo ingresa. El problema se presenta con los estudiantes que no tienen facilidades de acceso, y tengamos en cuenta que la señal de internet en el Perú es mala. Allí la calidad falla.
Este objetivo también depende mucho de cómo funcionan las plataformas, lo cual suma o resta puntos a una educación inclusiva de calidad.
¿Consideraría combinar la presencialidad con virtualidad una vez culminado el aislamiento?
Existe una educación denominada blending, que implica clases virtuales y evaluaciones presenciales. Esta sería una muy buena opción porque hace llevaderos los estudios a muchos. Pienso que hacia adelante solo habría que minimizar los riesgos.
¿Alguna anécdota de las últimas semanas que quisiera evocar?
No es una anécdota, pero sí me satisface mucho que los chicos se sientan acompañados. Y creo que es así porque me ponen corazoncitos. Entonces pienso: ¡wow!, he logrado conseguir la conexión que buscaba. Saber que se van reconfortados de clase te hace sentir muy bien y olvidar cualquier esfuerzo.
Siempre les digo que cuando pase este tiempo van a poder contar que vivieron una pandemia y salieron adelante. Les pido que tomen eso, el haber vencido al COVID-19, como un valor agregado a su formación profesional.
Conoce otros testimonios de nuestros docentes en tiempos de pandemia ingresando a nuestra plataforma de blogs.
Etiquetas:
y nos
pondremos en contacto
para brindarte