Violencia contra la mujer y efectos en la salud mental

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reporta que el 70% de las mujeres sufren algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Esta es catalogada como una pandemia global que afecta a todas las personas.

La violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos, un peligro para la salud pública y un gran obstáculo para el desarrollo de nuestros países. La violencia es uno de los principales problemas de nuestra sociedad, pues atenta contra nuestra salud mental.

Para prevenir la violencia debemos reconocer las formas de violencia a las que está sometida la mujer, generalmente vinculadas a estereotipos de género construidos por la sociedad en base a la diferencia anatómica o biológica del hombre y la mujer.

El género categoriza a las personas de acuerdo a sus ideas, pensamiento, preferencias, trabajos, hobbies, juegos, estilos, capacidades y competencias. No permitiendo, en muchos casos, realizar aquello que no le corresponde por ser hombre o ser mujer. Es decir, el género podría limitar el desarrollo de nuestras capacidades y potencialidades.

¿Cómo prevenimos la violencia contra la mujer? Algunas pautas que podrán ayudar a eliminar este problema social, que afecta a miles de mujeres y niñas de nuestro país.

  • Ser mujer no es una excusa para dejar de desarrollar ciertas habilidades, trabajos o asumir nuevos retos.
  • Piensa que lo único que diferencia a las mujeres de los hombres es su anatomía biológica.
  • Todas las personas, hombres y mujeres, podemos desarrollar las habilidades y competencias que decidamos.
  • No existe un sexo frágil, podemos ser fuertes si lo decidimos.
  • Sé empática con otras mujeres, no todas tenemos que ser iguales.

Un maestro de la escuela me dijo algo revelador, frase que me acompaña todos los días y ahora la comparto con ustedes: “no dejes que tu condición de ser mujer te limite, porque eso no lo puedes cambiar, así que debes luchar para transformar tu entorno y cumplir con todo lo que te propongas”. También aplica para los hombres. Es necesario que todos nos unamos para fomentar una cultura de paz y relaciones democráticas que garanticen el desarrollo de todas las personas sin que medie su condición de ser hombre o ser mujer.

*Este post es una colaboración de Jacquelinee Rojas, coordinadora de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte.

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