El coaching ontológico te permite enfrentar tus propios límites mentales para reinventarte y poder alcanzar los resultados que tanto quieres.
Recordando la terminología, la palabra “coaching” significa “entrenamiento” y viene del ámbito de los deportes, donde el coach es el director técnico que le dice a los jugadores cómo lograr una mejor performance. “Ontología” es una parte de la filosofía que se define como la ciencia del ser. O sea, literalmente, coaching ontológico significa entrenamiento en el ser.
Asimismo, cuando hablamos de coaching se nos vienen diversas preguntas a nuestra mente, comenzando desde la definición y abarcando temas de cómo funciona en la vida de las personas. ¿Cómo puede ayudar el coaching en la vida cotidiana de las personas? ¿Nos hará mejores personas y tendremos un mayor rendimiento no solo en lo laboral, sino en lo emocional, familiar?
Para ello, empecemos a mencionar que para desarrollar el coaching debe de existir 3 pilares. Primero, el coach (entrenador), el coachee (el entrenado) y el coaching (el proceso de entrenamiento).
El coaching ontológico es un paradigma diferente, un contexto distinto para que los objetivos sean logrados, en el ámbito personal o en un trabajo de equipo. El coach ontológico no les dice a las personas lo que tienen que hacer, no presiona, ni aconseja, ni recomienda, sino que explora, hace preguntas, ofrece interpretaciones generativas, desafía respetuosamente sus modelos mentales para desarrollar una nueva mirada que permita el descubrimiento de nuevas acciones y posibilidades, y acompaña en el diseño de acciones que faciliten el acceso a los resultados buscados.
Si bien es cierto el coaching ontológico es difícil de definir, podemos decir que fundamentalmente hablamos de cambio, creatividad y aprendizaje y se relaciona bastante con la psicología positiva que va desde el equilibrio hasta el desarrollo del máximo potencial de las personas. Asimismo, decimos que el coaching ontológico está relacionado con el estudio del ser humano, su forma de actuar, de desenvolverse, su forma de pensar e interpretar. En otras palabras, al coaching ontológico podemos verlo como una oportunidad de cambio.
Si consideramos este contexto y valoramos la importancia de potenciar nuestras habilidades mediante esta herramienta, potenciaremos un aprendizaje óptimo en nuestra de manera de actuar y pensar. Transformamos ideas destructivas en positivas, considerando la escénica del ser humano como vital para desarrollar las ideas limitantes en potencialidades, las emociones negativas en positivas.
Se toma en cuenta el lenguaje ya que permite crear realidades, nuestra identidad y el mundo en el que vivimos, siendo el lenguaje no solo una forma de describir la realidad sino también nos permite transformarla. Asimismo, nuestras acciones permiten que nosotros podamos transformarnos, nos pueden hacer diferentes y nos abre un camino hacia el aprendizaje ya que a través de nuestras acciones podemos llegar a modificar nuestra identidad y manera de ver las cosas. Se trabaja la relación con nuestro entorno para que el individuo pueda vivir mejor reforzando su desempeño y calidad de vida a través del acompañamiento y guía de la persona para poder liberar su máximo potencial.
En gran medida, nos ayuda a ser mejores personas, desarrollar habilidades, reducir niveles de estrés, cambiar nuestros paradigmas, enfocarnos en lo que realmente importa, pensar de manera positiva, lograr nuestras metas y objetivos, mostrar mayor motivación y empoderarnos en nuestro ámbito personal, familiar y laboral.
*Este post es una colaboración de Luis Olavarría, coordinador de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte.
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