Poiesis: el poder de la mente para crear y curar

Muchas veces a lo largo de la historia de la psicología nos hemos centrado en los elementos patológicos del ser humano. Es lógico, el dolor es apremiante y hay que hacer algo por remediarlo, y en función de esto se han elaborado teorías, manuales diagnósticos, terapias, etc. Sin embargo, focalizados en esta lógica no nos hemos permitido observar, por mucho tiempo, la cantidad de elementos que conforman la psicología de lo positivo y las diversas formas de estar saludables.

Progresivamente somos más conscientes de la importancia de tomar en cuenta los elementos saludables en la psicología. Sin embargo, esto que ha comenzado en los ámbitos académicos tiene un camino más lento en la población general. Pocas personas irían a un espacio psicológico o terapéutico con el deseo de potenciar sus recursos o para descubrirlos; así como pocos irían a un médico para prevenir enfermedades o fortalecer su salud. Sin embargo, ya empezamos a escuchar a menudo algunos términos que nos hacen pensar más en la salud que en la patología: preventorio, promoción de la salud, psicoprofilaxis, psicología positiva, etc.

Por otro lado, resulta interesante observar que tomando en cuenta los elementos relacionados con los recursos y la salud en el ser humano, también podemos entender la naturaleza de lo patológico desde un punto de vista diferente al que se ha tenido tradicionalmente.

Entre los recursos que posee la mente, la capacidad para la poiesis (creación) es quizá una de los más importantes: llevar algo del no-ser al ser, transformar elementos fragmentados e inconexos en algo integrado, dar sentido al caos. Desde la perspectiva de la psicoterapia, esta capacidad nos permite crear posibilidades, abrir caminos diferentes a los usuales, transformar los hábitos disfuncionales, encontrar el sentido o re-significar las vivencias dolorosas, etc. Pero, ¿cómo podemos ser conscientes de esta capacidad que en algunos momentos de la vida parece dormida o inalcanzable?

Una de las vías que podemos utilizar como recurso para hacer conscientes a las personas de que poseen la capacidad poiética es el uso del arte. Constatar esta posibilidad de la mente a partir de acciones concretas en el arte podría permitir trasladar dicha capacidad a la vida cotidiana. Pero no solo eso. El uso del arte en la terapia también permite un espacio simbólico a través del cual se pueden procesar aspectos concretos de las vivencias personales transformándolas, dando forma a aquello que es difícil de expresar, dando sentido a aquello que no lo tenía y desde luego descubriendo todo el potencial que tienen las personas para crecer y desarrollarse.

Al parecer nuestra ciencia va creciendo en el sentido de dar cabida a los elementos positivos de la psicología. Sin lugar a dudas el carácter poiético de la mente tendrá un espacio importante en este desarrollo, y cada vez más utilizaremos el ámbito de la creación para crecer como humanidad.

*Este post es una colaboración de Renato J. Ramírez Barrantes, docente de la Facultad de Salud de la Universidad Privada del Norte.

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