El derecho a la planificación familiar es reconocido por la mayoría de países y por el Estado peruano. Una reflexión sobre la necesidad de que las mujeres tengan decisión en este importante tema en las siguientes líneas.
El 3 de agosto se celebra el Día Internacional de la Planificación Familiar, fecha en que conmemoramos el derecho humano a planificar la familia.
La planificación familiar es una pieza fundamental para el empoderamiento de las mujeres, reducir la pobreza y lograr un desarrollo sostenible. A pesar de ser un derecho humano fundamental, en los países en vías de desarrollo alrededor de 214 millones de mujeres no tienen acceso a métodos de planificación familiar seguros y eficaces. Las razones varían desde la falta de información e inaccesibilidad a servicios de salud hasta la falta de apoyo en su entorno familiar y/o social. Esta situación se convierte en una potencial amenaza para la salud de las mujeres y la capacidad de construir un mejor futuro para ellas, su familia y comunidad.
Este derecho internacional garantiza la vida, la salud, la intimidad y la no discriminación. Además, otorga facultades a mujeres y hombres para acceder a métodos anticonceptivos como también a una información veraz sobre la salud sexual y reproductiva, fortaleciendo sus capacidades de toma de decisiones, manteniendo y cuidando la confidencialidad de adultos y adolescentes que lo requieran.
¿Pero por qué en el siglo XXI seguimos teniendo mujeres que no pueden ejercer el derecho de poder elegir libremente y vivir su sexualidad de manera plena? ¿Qué nos está faltando implementar? En el Perú, el Estado garantiza el acceso gratuito a los métodos anticonceptivos en todos los centros de salud del MINSA, las políticas públicas están orientadas a mantener este programa en beneficio de todos los peruanos, pero aún existen brechas sociales, económicas y políticas que impiden uniformizar el acceso a este derecho.
En la actualidad la atención en planificación familiar requiere ser abordada de forma integral, es decir, debe incluir información de métodos anticonceptivos, derechos sexuales y reproductivos, prevenir y descartar todo tipo de violencia basada en género. Todo ello, en un marco de interculturalidad y enfoque de género.
Las obstetras continuaremos trabajando en la atención de hombres y mujeres que requieran acceso a métodos anticonceptivos e información de su salud sexual y reproductiva con el objetivo de disminuir la transmisibilidad de ITS-VIH, incidencia de embarazos no deseados y la morbimortalidad materna, además de empoderar a las mujeres en su capacidad de decisión mejorando de esta manera su calidad de vida.
*Este post es una colaboración de Jennifer Milagros Vallejos Robles, coordinadora de la carrera de Obstetricia de la Universidad Privada del Norte.
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