Angélica es una joven de 23 años, labora en una empresa de cueros desde hace cuatro años. Según nos cuenta la líder de Recursos Humanos de dicha empresa, destaca en puntualidad, responsabilidad y en la calidad del trabajo entregado. Angélica ha desarrollado habilidades artísticas para la fabricación de carteras, cose a mano, su trabajo es reconocido por los diseñadores. A esta joven le diagnosticaron discapacidad auditiva cuando tenía un año y medio de nacida, por ello emplea un audífono y aprendió el lenguaje de señas para poder comunicarse.
«Juan Ernesto canta como los ángeles”, dicen sus compañeros de la orquesta que él formó hace dos años. Juan Ernesto toca también piano y saxofón, es un prodigio de la música. Desde que tenía tres años, sus padres reconocieron que “Juanito” tenía aptitudes musicales, pues con cualquier objeto él hacía música. Por ello, colaboraron en su estimulación brindándole el apoyo que requería para desarrollar esta habilidad. Juan Ernesto fue diagnosticado con ceguera desde su nacimiento; sin embargo, lejos de ser un impedimento para su desarrollo, fue una motivación.
Como podemos ver, Angélica y Juan Ernesto son personas que poseen discapacidad, en el primer caso auditiva, en el segundo caso visual; sin embargo, ellos no se amilanaron para hacer frente a la vida: siguieron adelante, reconociendo en sí mismos habilidades que hoy en día sirven en su desarrollo personal y profesional.
¿Tendrá el entorno un papel importante en el desarrollo personal y profesional de las personas con discapacidad? ¿Qué piensan ustedes estimados lectores?
Tomando como puntos de base las teorías del aprendizaje social o vicario de Albert Bandura (1977), quien nos dice que la persona aprende de los modelos que tiene a su alrededor y estos pueden influenciar directamente en el desarrollo de su personalidad, así como al enfoque sociocultural de Lev Vigotsky (1978), quien brinda importancia al entorno como mediador del aprendizaje y fuente de estimulación para el desarrollo de habilidades que más adelante servirán en el desempeño personal y profesional, daremos como respuesta un sí rotundo. Tengamos en cuenta además que del entorno necesitamos el afecto, la aceptación y el aliento para sentirnos más fuertes y poder llegar a nuestros objetivos, de modo que este elemento influye en la formación y fortalecimiento de nuestra autoestima, base para poder plantear un plan de vida y tomar decisiones adecuadas.
El 3 de diciembre celebramos el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. En el Perú existen 1 575 402 personas con discapacidad, de las cuales 754 671 son varones y 820 731 son mujeres; 932 000 personas poseen discapacidad física, 801 000 personas poseen discapacidad visual, 532 000 personas poseen discapacidad auditiva, 506 000 personas poseen discapacidad cognitiva, 295 000 personas poseen discapacidad para relacionarse con las demás personas (problemática de salud mental y de conducta) y 262 000 personas poseen discapacidad en el habla o en su comunicación (INEI, 2013).
Como podemos ver, las cifras nos muestran diferentes tipos de discapacidad, que los profesionales de la salud debemos conocer. Requerimos capacitarnos al respecto para poder realizar una intervención oportuna cuando sea necesario. Lo importante es tomar conciencia de que en nuestro rol de psicólogos podemos hacer mucho.
Lo primero es quitar de nuestra programación mental la palabra discapacidad y colocar la palabra habilidad, pues de esta manera trabajamos desde el optimismo, fijándonos en el potencial de cada persona. Otra de nuestras funciones será sensibilizar a la comunidad. Como líderes es importante contagiar de este pensamiento optimista a toda persona que labore o viva con una persona con habilidades diferentes. Ya sabemos de la importancia de la estimulación y de los modelos para el cimiento de la autoestima y para el desarrollo personal y profesional de la persona.
Podemos mejorar nuestro mundo… tú eliges.
*Este post es una colaboración de Karina Chirinos Tragodara, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte.
Referencias Bibliográficas
Bandura, A. (1977). Social Learning Theory. General Learning Press.
Vygotsky, L. S. (1978). Mind in Society. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Vygotsky, Lev S (1978), Pensamiento y lenguaje, Madrid: Paidós.
INEI (2013) Primera Encuesta Nacional especializada sobre Discapacidad
Video:El Circo de la Mariposa, https://www.youtube.com/watch?v=looUBhyZtOs
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