Tabla de contenidos
“Me conecto luego existo”, parece haber dado un giro al famoso “Pienso luego existo” de Descartes. Y es que al hablar de conectividad hacemos referencia a nuevas generaciones.
El Día de San Valentín, 14 de febrero, es una de las fechas más recordadas y esperadas por quienes les gusta celebrar el amor en sus diferentes formas. Pero, qué piensa la nueva generación Z, conocida también como la milénica o centúrica en inglés centennial.
Esta generación ha utilizado el internet desde temprana edad, es muy fácil para ellos acceder a la tecnología y redes sociales. Los demógrafos afirman que va desde los nacidos desde la mitad de la década de 1990 a mediados de la década del 2000.
Y ¿cómo se da el amor para este nuevo grupo? ¿será similar a las demás generaciones? El afecto en este tiempo se basa en gran parte en el uso de las redes sociales, cada dispositivo expone detrás a una persona, que muchas veces representa un ideal de lo que se desea ser, y relaciones basadas en apariencias y popularidad son reforzados en los famosos likes o “me gusta”. Actualmente, se depende de la aprobación de las redes y esto puede afectar emocionalmente con respecto al amor.
El amor es un sentimiento universal que provoca distintos estados emocionales y físicos. La Psicología como ciencia, se interesa por presentar estudios y autores al respecto. Uno de ellos es el psicólogo Robert Sternberg, quien brinda su famosa teoría triangular del amor, la cual pretende explicar cómo nos relacionamos afectivamente y que compone a este sentimiento, para entender nuestras distintas relaciones interpersonales.
Para el autor, el amor contiene tres cualidades: intimidad, pasión y compromiso, estos elementos se combinan entre sí. La intimidad hace referencia a la cercanía y conexión; la pasión a la energía en la relación, la atracción y deseo físico; y el compromiso incluye los momentos vividos, la historia de la relación y la decisión de seguir juntos. Dependiendo de las combinaciones entre los tres, las relaciones serán distintas.
Si queremos relacionar esta teoría en la actualidad, vemos que el enamoramiento en esta generación no deja de involucrar sentimientos intensos, cuando se conoce a una persona especial, por distintos canales, cambia el mundo por completo, se percibe la realidad de forma diferente y se organizan las prioridades. Es decir, hay conexión, pero más mediante canales virtuales, la pasión, atracción y deseo físico también existe y con más intensidad, aunque con mucho más cuidado de las parejas y hasta de las familias que consideran como un símbolo de madurez y responsabilidad. También existe compromiso, por ejemplo, publicar una foto de los dos, es una manera de comunicar que son pareja, comentar estados, dedicarse mensajes y reforzar con “me gusta”.
Aunque la inmediatez de las redes ha disminuido la espera en las relaciones amorosas y aumentado la sensación de control sobre el otro, para los centennials, por ejemplo: Si noto que está conectado y no me contesta, algo pasa, sino comenta rápido mis publicaciones, sino me da like, puede convertirse en un problema de pareja.
La psicóloga Any Krieger, expone que la forma de contacto utilizada en las redes puede esconder soledad, inestabilidad emocional, altas expectativas o sensación de vacío. Las redes sociales ocultan los efectos. En el escenario virtual es donde se expresan las manifestaciones de amor. Detrás de un perfil hay alguien que se emociona.
Las redes sociales intervienen en las relaciones amorosas e instalan comportamientos, definiendo códigos para describir el amor. Mencionaremos algunos términos, por ejemplo: el birdboxing, es una palabra con la que la generación Z refiere al inicio de una nueva relación, al encantamiento. La palabra tiene su origen en una película. Otra palabra es Ghosting, significa la manera cruel de dar por finalizada una relación, sin dar mayor explicación, alude a como si fuera un fantasma. La siguiente palabra es el orbiting, que significa mantenerse en la órbita, supervisar sin mantener contacto, es decir dar like, retweet, pero sin la más mínima intención de tener un encuentro. Finalmente tenemos el instagrandstanding, que significa subir fotos en lugares o con objetos importantes para el otro, con el objetivo de llamar su atención. Todos estos términos son importantes en el sentido que involucran sentimientos y emociones expresados de esa forma.
Esta generación es noble y confiada por ello pueden ser engañados afectivamente por desconocidos con perfiles falsos que se hacen pasar por una persona de su misma edad que pudiera pretenderlos. Por ello es importante medidas básicas de seguridad.
Finalmente, para esta generación sigue vigente el amor romántico, pero más atenuado. Los jóvenes socializan más, tienen una visión más igualitaria por lo que sus vínculos son menos dependientes. Ambos pueden asumir roles, tomar iniciativas o poner fin a la relación sin estereotipos. Creen en la fidelidad y la complementariedad, pero lo que más le interesa es el relato de fidelidad que se hace en las redes. Siguen creyendo en los detalles, pero ahora pueden utilizar las redes y canales virtuales, así que este San Valentín vamos a esperar muchos selfies y retratos de amor en redes, como diría la canción de Paul Young, Love is in the air o en español “El amor está en el aire”, pero podemos agregar, también en las redes.
*Este post es una colaboración de Romy Angelica Diaz Fernandez, Directora de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte.
Fuentes:
Etiquetas:
y nos
pondremos en contacto
para brindarte