Emociones y comportamiento: lo que necesitamos para mantener el equilibrio

Emocionales antes que racionales, los seres humanos confrontamos situaciones cotidianas que provocan a menudo desbalances en nuestra conducta. Las siguientes recomendaciones representan una pauta para no perder este necesario equilibrio.

Emociones y comportamiento: lo que necesitamos para mantener el equilibrio

En estos tiempos de cambios constantes, ¿cómo manejamos nuestras emociones?, ¿de qué modo afectan estas nuestro comportamiento?, ¿sabemos reconocerlas?, ¿hacemos algo para mejorar?

En general, son cuestiones preocupantes en la sociedad actual a las que no les damos la debida importancia ni tampoco nos tomamos el tiempo para mejorar ni pensar.

Las sensaciones positivas o negativas son naturales en el ser humano. Utilizamos lo «negativo» para describir lo que es más difícil; esto no significa que no podamos sentirlas. Las personas prefieren sentir felicidad más que tristeza; sin embargo, lo importante es mantener un equilibrio.

 

Tradicionalmente se partía de una visión en la que los sentimientos solo se podían considerar como tales si cumplían dos requisitos:

  • Toda emoción se asocia, necesariamente, a tendencias de acción específicas (como luchar o escapar).
  • Toda sensación tiene como resultado una tendencia de acción física(atacar o huir de la situación).

¿De qué manera nos ayuda lo “negativo”?

Las sensaciones negativas nos advierten las amenazas y desafíos que tendremos que enfrentar. Por ejemplo, el miedo nos avisa de un posible peligro. Es una señal que nos indica que necesitamos protegernos. El enojo nos avisa que alguien nos ofende o irrita, pasándose de los límites o violando nuestra confianza y puede ser una señal de que tenemos que actuar y defendernos por nuestra cuenta.

Las emociones negativas aumentan nuestra conciencia porque nos ayudan a enfocarnos en un problema de manera que podamos solucionarlo. Pero centrarnos en lo negativo puede agobiarnos, ponernos ansiosos, cansarnos o estresarnos. Cuando nos sentimos intranquilos, los problemas suelen ser demasiado grandes y difíciles de resolver.

¿Cómo contribuye lo “positivo”?

Las emociones positivas tienen otros beneficios. En lugar de limitarnos, éstas afectan nuestro cerebro y aumentan nuestra conciencia, atención y memoria. Ayudan a absorber más información, mantener varias ideas al mismo tiempo y comprender cómo las ideas se relacionan unas con otras.

Es vital seguir estos puntos para generar mayores sentimientos positivos:

  • Cambia las ideas que perturban tu actuar.
  • Elige una emoción y poténciala.
  • Haz una lista de lo positivo y negativo en tu vida para conocerte un poco más.

*Este post es una colaboración de Luis Olavarría, coordinador de la carrera de Psicología de la Universidad Privada del Norte.

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