| Escrito por: UPN
Aun cuando los fenómenos naturales son impredecibles, es necesario tomar medidas para prevenir y atenuar sus efectos, en especial con las mujeres gestantes.
Nuestro país es muy bonito. Tiene una geografía diversa que nos permite admirar paisajes de belleza infinita. Esos paisajes inspiradores se formaron con el transcurrir de los millones de años y los diferentes cambios de la naturaleza, la misma naturaleza que el hombre ha querido adaptar a su conveniencia.
El hombre a lo largo de la historia ha vivido muchos de los cambios y manifestaciones de la naturaleza, a los que se ha atrevido a llamar “desastres naturales”. Pues los desastres no son naturales, son producto de la vulnerabilidad a la que está expuesto el hombre frente a los fenómenos naturales que siempre se han dado y hasta que desaparezca el planeta, se darán.
Estos fenómenos naturales no discriminan a ninguna persona, sólo a las que se ponen a salvo y toman precauciones desde antes que suceda el fenómeno natural. Digo esto porque ante estas eventualidades las mujeres gestantes también deben estar preparadas para una situación de emergencias y desastres.
Durante el verano reciente vimos en las noticias que las lluvias se incrementaron en la sierra de nuestro país, lo cual es completamente normal y cíclico. Sin embargo, debido a que no tenemos las medidas de seguridad adecuadas siempre habrán víctimas del desastre por exposición al mismo.
¿Y qué pasa cuando una embarazada vive una situación de emergencia o desastre? En realidad, el trato debería ser como a cualquier persona, sin embargo, es importante recordar que todos los embarazos no son iguales, incluso no son las mismas experiencias de acuerdo con el trimestre de gestación.
Para empezar, la mochila de emergencia debe contener pañales para la gestante, los del posparto, pues dependiendo de la edad gestacional se podría poner más o menos nerviosa. Mi sugerencia como obstetra siempre serán los medios alternativos, por ejemplo, el agua de azahar en pocas dosis por si la gestante se encuentra alterada producto de la situación difícil que se pueda haber vivido.
La movilidad y el traslado en una situación de emergencias y desastres, como por ejemplo un terremoto, inundaciones o cualquier otro evento adverso, podría dificultarse para la mujer gestante dependiendo de su edad gestacional. La que está en el primer trimestre todavía puede tener mayor movilidad, muchas ni saben que están embarazadas y hacen su vida normal.
Las que ya pasan al cuarto mes y en adelante presentarán otros problemas, sobre todo las del tercer trimestre. Las que van por el séptimo mes de embarazo, físicamente tienen mayor dificultad para moverse.
No podemos evitar un fenómeno natural, pero sí podemos adoptar medidas que nos expongan menos a los peligros. Conversa en casa para tener una mochila de emergencia con artículos especiales para gestantes.
Un embarazo y parto feliz requiere del cuidado y consejo de su especialista. No dudes en acudir a tu obstetra de confianza.
*Este post es una colaboración de Ginger García, directora de la Facultad de Salud de la Universidad Privada del Norte.
Conoce sobre más sobre obstetricia y otros temas de salud ingresando a nuestra plataforma de blogs.
Déjanos tus datos
y nos
pondremos en contacto
para brindarte más información
Déjanos tus datos
y nos
pondremos en contacto para brindarte más información