Cada 29 de setiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, con el fin de concientizar a las personas y sean capaces de tomar decisiones saludables para el bienestar de su salud.
El corazón es el motor de nuestro cuerpo y vida, es el órgano que permite que funcionemos al 100% en nuestro día a día. Si bien muchas de las enfermedades cardiovasculares tienen un origen genético y/o hereditario, un gran porcentaje de estas son ocasionadas por la adquisición de hábitos de vida no saludables como:
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Alimentación no saludable: bajo consumo de frutas y verduras; alto consumo de grasas, azúcares y sal. Esto desencadena otros problemas de salud como sobrepeso u obesidad, aumentando las probabilidades de que nuestro corazón sufra.
- Consumo elevado de tabaco y alcohol.
- Baja realización de actividad física, que sumado a las altas horas de trabajo remoto sentados frente a un computador, afecta de manera directa al funcionamiento del corazón. Es así como las personas sedentarias tienen un 20% y un 30% más de probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares.
- En un corazón que no funciona en óptimas condiciones, los cuadros de estrés aceleran y fuerzan su trabajo, lo que podría ser letal para una persona.
¿Qué debemos hacer para cuidar nuestro corazón desde ahora, sin importar la edad, peso u otro factor que consideremos relevante?
- Consumir 5 porciones de fruta y vegetales al día.
- Limitar el consumo de alimentos procesados y envasados que contengan alto contenido en sal, azúcar y grasa.
- Reducir el consumo de bebidas azucaradas, y preferir jugos y bebidas naturales.
- Preferir el consumo de grasas saludables como pescados azules, frutos secos, palta y aceite de oliva.
- Realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada o intensa 5 veces a la semana, de preferencia en familia.
- Podemos iniciar con actividades cotidianas como jugar, caminar, bailar y realizar tareas domésticas. Aprovechemos el espacio para alejarnos del estrés diario y disfrutar del momento así dure pocos minutos.