¿Debe el desempeño del estudiante relacionarse más con el contexto profesional?

La evaluación es un proceso relevante dentro de la labor docente para comprobar que se ha dado un efectivo aprendizaje. Ha tenido cambios y ha evolucionado, teniendo – en el caso universitario- estrecha relación con el campo laboral.

En la parte formativa el desarrollo de un de currículo por competencias nos genera un puente para trabajar en la universidad – empresa. Fue el psicólogo David McClelland, quien propone la variable competencia para describir el comportamiento de las personas relacionándolo con el éxito profesional. En ese camino, las competencias son un buen predictor de un efectivo desempeño  laboral y  determina cuán hábil  es una persona al realizar una tarea. En un principio, este enfoque fue adoptado por los departamentos de recursos humanos para dar valor a la empresa, más hoy la formación universitaria asume el modelo en sus programas académicos.

Uno de los mayores retos que tenemos como universidad es insertar a nuestros estudiantes al mercado laboral, partiendo de su carrera, es por ello que la evaluación se convierte en un medio para traer la empresa al aula y evaluar logros de aprendizaje como desempeños en un contexto empresarial.

En la evaluación por competencias, se recopilan evidencias teniendo en cuenta criterios establecidos para dar un feedback que busque la idoneidad.

Entre las formas de evaluar dentro de este moderno enfoque tenemos:

Estudio de Caso – dónde se desarrolla el pensamiento y la toma de decisiones en situaciones reales- Proyectos, Portafolios, Simulaciones, Juego de roles, Dossier de Apuntes, Auto y Co – evaluaciones, Métodos cooperativos, Aprendizaje basado en problemas, entre otros que permiten trabajar en el aula, pensando en escenarios reales de trabajo.

Los resultados: estudiantes mejor preparados para el mundo laboral y que pueden enfrentar con  mayor seguridad el proceso para ser empleables. El principio es que la evaluación debe basarse en lo posible en el desempeño del estudiante ante actividades y problemas relacionados con el ambiente laboral, para que ayude a formar competencias, reconociendo sus logros y aspectos a seguir mejorando. De esta forma, la evaluación cambia de enfoque y se convierte en un medio para asegurar el éxito en el trabajo.

¡Una nueva forma de mirar a la evaluación labor docente!