Con ocasión del Día Nacional de la Ginecología y Obstetricia Peruana (30 de junio), nuestro colaborador explica porqué el trabajo académico colaborativo entre estos profesionales repercute en una mejor formación de nuestros estudiantes.
El trabajo colaborativo representa una importante oportunidad de aprendizaje profesional: se reflexiona con profesiones afines y se analizan necesidades, problemas o intereses relevantes para el mejor aprendizaje de nuestros estudiantes y para su práctica cotidiana.
La experiencia en la docencia universitaria permite evidenciar que aprender de forma colaborativa entre profesiones afines que se integran, tales como la del médico ginecoobstetra y de la obstetra, producen un incremento significativo en el rendimiento de los estudiantes en comparación con otros grupos que siguen aprendiendo de forma individual.
Existen ventajas del aprendizaje colaborativo entre las que podemos mencionar el enriquecimiento de la experiencia de aprender tanto en forma individual como grupal; mejora de las relaciones interpersonales; incremento de la satisfacción por el propio trabajo, potenciamiento de las habilidades sociales y autoestima, generación de oportunidades de éxito; mejora de la motivación, entre otras.
La gineco-obstetricia es una especialidad médica compleja debido a los grandes avances que ha experimentado la medicina en esta especialidad, por lo que se requiere del trabajo multidisciplinario armonioso y disciplinado entre el médico ginecoobstetra y la obstetra, en un ambiente donde el respeto y el buen trato con calidad hacia la paciente sea la norma, y el derecho a una adecuada información sea la guía que oriente a ambos profesionales para evitar todo riesgo que ponga en peligro la salud del binomio madre-hijo.
Es importante desarrollar un trabajo colaborativo efectivo entre el médico ginecoobstetra y el obstetra en la docencia universitaria para poder diseñar y desarrollar en forma eficiente los cursos de especialidad sobre todo morfológica y clínica debido a la formación integral en medicina que tiene el médico ginecobstetra, y a tener el soporte de los profesionales de la carrera de obstetricia que se nutrirán de estos conocimientos y podrán desarrollar de mejor manera los temas relacionados a casos clínicos, pero siempre guardando el respeto y los límites de formación de acuerdo a las competencias profesionales de cada uno, que al final se traducirá en una enseñanza de calidad para el estudiante de la carrera de obstetricia de nuestra universidad.
Cabe destacar que en el equipo multidisciplinario de un servicio de ginecoobstetricia donde nuestros egresados se van a formar primero en la práctica en pregrado, y más adelante laborar, es bueno aprender a trabajar en equipo para mejorar las capacidades y competencias profesionales, lo que se verá reflejado en la mejora de los indicadores de salud generales de la población, tales como la disminución de la muerte materna y la muerte perinatal.
Por lo expuesto, debemos alentar el trabajo colaborativo entre el médico ginecoobstetra y el obstetra en la docencia universitaria, complementando las capacidades y competencias entre ambas profesiones.
*Este post es una colaboración de Aldo Calero Híjar, docente de la carrera de Obstetricia de la Universidad Privada del Norte.
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