¿Pueden los grupos entrenarse mentalmente para triunfar? ¿Qué es más importante, la preparación o la motivación? La psicología viene investigando estos temas para ver cómo el trabajo en equipo contribuye a tomar mejores decisiones, resolver problemas y finalmente alcanzar el éxito. Hay más de una respuesta, aunque haciendo un análisis veremos que preparación y motivación hacen una dupla perfecta.
Un aspecto importante para el director técnico Ricardo Gareca, en su el rol del líder, ha sido la conversión de los individuos en jugadores de equipo, determinando la eficacia del grupo. Las teorías en este proceso nos indican los siguientes caminos: a) El primer paso es la selección de los mismos, es decir, los convocados, el contar con los jugadores del equipo. Se debe tener en cuenta en los candidatos el cumplimiento de roles, de aptitudes, disciplina y requerimientos técnicos. Por su parte, el especialista en psicología deportiva Julio César Peche menciona en una entrevista: “El trabajo de un psicólogo es importante para hacer entender al jugador que todos son valiosos y que el equipo va a funcionar si hay unión»(*6), b) El siguiente paso es la capacitación para ayudar al equipo a tener preparación técnica, mental y emocional, y c) El reconocimiento es vital para motivar el esfuerzo, se debe estimular aún más las recompensas intrínsecas: camaradería, disfrute y satisfacción.
Centrémonos en lo referente a capacitación, entrenamiento o preparación. La preparación conduce a la motivación, el equipo gana confianza producto de un arduo trabajo. Se debe entender que en competencia hay situaciones que sobrepasan el rendimiento físico. Por ello se da la concentración. Pero ¿qué es la concentración? En palabras de González (1996), “es la focalización de toda la atención en los aspectos relevantes de una tarea, ignorando o eliminando lo demás. Se trata de dirigir la totalidad de la atención y no solo una parte de ella a la tarea que estemos ejecutando». Es un proceso psíquico donde la atención va hacia un solo objetivo, en este caso el Mundial. Todos los demás distractores pasan a segundo plano y el equipo tiene que estar despejado de angustia, ansiedad y presiones.
Por otro lado, la motivación es un aspecto psicológico que orienta la conducta, la pone en movimiento. En este caso hablamos de una motivación de logro, en donde la acción va tras un objetivo, y de la motivación de competencia, que además de alcanzar el objetivo busca hacerlo de la mejor manera posible. En el deporte la motivación es fundamental para alcanzar objetivos: el cuerpo realiza esfuerzos enormes y el componente mental es esencial. La competitividad y la recompensa que se obtienen al lograr la meta mueve a muchos jugadores en este sentido.
Se han realizado estudios sobre el cuerpo humano y el cerebro, con detalles fisiológicos acerca de cómo cada emoción ayuda al cuerpo a dar una determinada respuesta, impulsándolo a actuar de un modo específico para enfrentar ciertas situaciones, y esta tendencia biológica se ve impactada por la preparación. Lo emocional y lo racional van en armonía.
Como vemos, la preparación y la motivación pueden ayudar a cumplir los objetivos. Cuando un jugador se concentra, entrena y trabaja para estar mentalmente fuerte, ayuda a todo su cuerpo a tener mejores respuestas ante las exigencias, controlando las emociones, generando motivación y ayudando a sobreponerse a las circunstancias.
Todo un país bastante entusiasmado y optimista por los resultados de su equipo confía en que la blanquirroja pueda seguir dándonos alegrías, superando con éxito los partidos que vienen, y como diría el propio Gareca, “dando el máximo” en el Mundial. O como propone el verso del compositor peruano Adrián Flores, dando “alma, corazón y vida”.
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