¿Por qué apostamos por ser una universidad del futuro?

Desde sus orígenes, la universidad ha tenido como una de sus aspiraciones centrales dar respuesta a las cuestiones que han surgido en los diversos planos del proceso de evolución de la humanidad. Esta aspiración se sintetiza en el desarrollo de conocimiento y tecnología, la formación especializada y en el aporte de soluciones a problemas de diversa índole.

En este propósito, la universidad ha debido adecuarse a las exigencias de cada tiempo para sostener la vitalidad de sus nexos con la sociedad, y es indudable que con la llegada del nuevo siglo la exploración de formas novedosas y eficientes de llevar adelante la misión académica ha sido ardua.

En UPN asumimos desde el principio esta tarea con la dedicación y responsabilidad que merece. Se trata de un proceso continuo y sabemos por ello mismo que debemos trabajar constantemente en su perfeccionamiento. Pero, si nos permiten la licencia, sabemos también que somos una institución de vanguardia en lo que se ha dado en llamar la “educación del futuro” y los resultados que estamos obteniendo son alentadores.

Algún tiempo atrás la Universitat Oberta de Catalunya (OAC), en colaboración con el MIT de Boston, convocó a través de su eLearn Center, a más de 50 expertos internacionales para tratar las necesidades del consumidor de formación digital, las tendencias educativas y pedagógicas del futuro y finalmente la arquitectura web que será necesaria para cubrir estas necesidades.

Nos satisface muchísimo comprobar que las conclusiones a que se llegaron en este encuentro coinciden en gran medida con el modelo educativo que estamos desarrollando en UPN. Quisiera referirme puntualmente a tres de ellas para brindarles una perspectiva del camino que hemos tomado y de lo que representa una educación de avanzada para nuestros estudiantes.

Educación más práctica, tangible e interactiva

Los expertos coinciden en que los estudiantes piden una educación en línea que sea más tangible, más práctica, basada en la experiencia y con una mayor interacción social entre estudiantes.

En correspondencia con ello, en UPN apostamos por un aprendizaje interconectado y virtual las 24 horas del día. Esto supone una educación híbrida que alterna el aprendizaje presencial y virtual y representa la columna que nos permite brindar una oferta de calidad y accesible.

Motivamos permanentemente a nuestros estudiantes y docentes a que se familiaricen con el entorno digital, que a través de la incorporación de la plataforma Blackboard brinda diferentes opciones de formación interactiva: discusiones en línea, videoconferencias, además de experiencias internacionales y multiculturales.

Estas opciones estimulan y mejoran en nuestros estudiantes habilidades tales como la empatía y la comunicación asertiva.

Asimismo, este entorno virtual está articulado a las competencias generales y específicas de nuestras mallas curriculares y tenemos la expectativa en el mediano plazo de ofrecer un porcentaje mayor de clases en modalidad virtual.

Formación a medida, sin calendarios y con tutores 24 horas al día

Formaciones específicas que resuelvan necesidades concretas y de forma inmediata. Se necesitará flexibilidad y agilidad para una oferta más modular y granular, no sujeta a calendarios, pero que se pueda reconocer en el marco de programas formales y con tutores 24 horas al día.

En UPN impulsamos un modelo educativo que se adecúa a estas tendencias. Es muy probable que en el futuro cercano no quede demasiado espacio para los modelos tradicionales y queremos estar preparados.

Modelos menos rígidos

La rigidez de las plataformas educativas actuales será sustituida por aplicaciones LMX -Learning Method eXperience-, que adaptará la experiencia de uso a los requerimientos de cada institución.

Nuestros estudiantes en UPN están interiorizando distintas formas de aprendizaje, respiran presencialidad y respiran virtualidad y nuestro objetivo es conseguir que no se perciba diferencias significativas de aprendizaje.

El mercado laboral ha evolucionado hacia perfiles más abiertos, de profesionales que trabajan desde cualquier lugar y aprenden continuamente de manera autónoma nuevas disciplinas para adaptarse a las necesidades del mercado y a las suyas propias.

Por ello es tan importante apalancarnos en esta modalidad, que conlleva grandes beneficios para el estudiante. Buscamos romper paradigmas propios de la educación tradicional, retamos a nuestros estudiantes a mejorar su comprensión lectora y pensamiento crítico, a desarrollar competencias de investigación y también su autonomía, a ser disciplinados, a conseguir resultados sin la necesidad de tener a un docente detrás, teniendo que fijar sus propias metas, sus horarios de estudio y su propio estilo.

Como hemos dicho, tenemos aún un camino largo por recorrer, sabemos que no será fácil y que hay muchas barreras mentales que superar, pero estamos seguros de que es el camino adecuado para la formación de los profesionales con habilidades digitales que el mercado exige. Los pasos que estamos dando son firmes y desde ya nos convierten en una universidad del futuro.

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