Las madres son la sonrisa de Dios en la tierra y siempre ha sido así. Para tríos y troyanos dista mucho los tiempos en los que en Grecia se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades y a través de ella se le rendía homenaje a todas las madres. Los honores eran apoteósicos y llenos de actividades costosas para los pueblos.
Lo cierto es que así como en esos tiempos, en la actualidad un gran grupo de personas sigue celebrando ese día de la misma manera: muchas muestras materiales y costosas para decirle a mamá cuanto se le quiere, para decirle a esa sonrisa de Dios en la tierra que necesitamos de lo material para demostrarle cuán importante es.
Lo cierto, también es, que esas muestras materiales y costosas no siempre son valiosas para mamá. Esa madre que invirtió todo su tiempo y buena parte de su vida en tu crianza, formación y desarrollo no tiene precio material ni costoso, pero si “muere” por el precio de amor que un corazón agradecido de hijo puede brindarle.
¿Qué mueve el corazón de una madre?, ¿Qué la hace feliz?, ¿Qué hace que su corazón palpite fuertemente de alegría y su mente imagine hermosas imágenes de gran alegría? Principalmente una cosa: La felicidad de un hijo.
Entonces por una simple lógica: si quieres regalarle felicidad a tu madre solo tienes un camino: sé feliz. Nadie da lo que no tiene y si tú como hijo, como persona no eres feliz ,difícilmente podrás hacer feliz a mamá por más costosos que sean tus obsequios.
¿Quieres hacer feliz a mamá? Sé feliz tú. Tu felicidad será la suya propia y siendo feliz encontrarás muy fácil y creativamente mil y una maneras de que ella encuentre el cielo en esta tierra.
Pienso que el día de la madre debe ser un muy largo pues debe durar toda tu vida, y durante este tiempo puedes trabajar en grandes detalles para hacer que ella pase un hermoso día, pero potentes para ese sencillo corazón de mamá.
Te reto este año a entregar a tu madre regalos sencillos pero llenos de grandeza y valentía: llámala solo para decirle “gracias mamá por lo que soy, por lo que has hecho de mí”, guarda silencio, mírala a los ojos, tómale las manos, acércalas a tu rostro y dile “te amo mamá” o cómprale una de sus frutas preferidas, (¿sabes cuál es?), lávala, córtala en pedacitos y llévasela en una bandejita decorada por ti , siéntate junto a ella y disfruta viéndola comer y dale las gracias por las tantas veces que ella hizo lo mismo por ti.
Otro regalo podría ser que al pasar cerca de ella mírala con amor y arregla ese cabello desaliñado que seguramente tiene y dile que amas esas canitas y dale las gracias porque esas canitas tienen tu nombre, cámbiale la letra a su canción preferida (¿sabes cuál es?), ponle frases de tu amor por ella y cántasela y baila con ella esta tonada, ríe con ella, cárgala y mientras lo haces mírala y disfruta de su expresión llena de encantador asombro y felicidad
Una alternativa adicional sería prepárale su postre favorito (¿sabes cuál es?) , sírvele con una flor en la mesa y siéntate junto a ella , mirándola comer y diciéndole gracias por las veces que hiciste esto por mí, escríbele una nota bonita y déjasela para que ella la encuentre en algún lado y aún en tu ausencia sonría pensando en ti.
Este día de la madre te regalo, como madre que también soy, el desafío para que le entregas a con amor y mucha grandeza de corazón uno de estos regalos sencillos pero llenos de grandeza humana que te propongo. Son pequeñas acciones que no te tomarán más que unos minutos pero que llenarán muchas horas, días, meses de alegría para ella y seguramente se quedarán guardados en su corazón para siempre.
Etiquetas:
y nos
pondremos en contacto
para brindarte