Hubo tiempos en que el automóvil, junto con la casa propia, representaba uno de los bienes más acariciados por millones de personas. No sólo por su función específica de procurar transporte, sino también, y tal vez más importante, porque manejar era una forma de adquirir estatus, sobre todo si se trataba de un modelo de renombre.
Los estadounidenses siempre consideraron a los autos una extensión de sí mismos: gracias a ellos se materializa la libertad de desplazarse en un país de grandes extensiones. Fue por esto que la literatura y el cine popularizaron décadas atrás géneros que atrajeron a multitudes: el road story y el road movie.
Con todo, los vehículos están perdiendo al parecer el poder de seducción que tuvieron antaño. Uno de los motivos más contundentes probablemente sea que los autos se encuentran entre los objetos que más contaminan el medioambiente. Además de las altas emisiones de CO2, existen entre sus componentes materias difícilmente reciclables como aceites y grasas y el caucho de los neumáticos. Si a ello sumamos el desapego que muestran las nuevas generaciones hacia ellos, podríamos pensar que los días gloriosos del movimiento sobre cuatro ruedas serán en breve historia.
En este escenario, la atención de la industria automotriz se ha trasladado a Silicon Valley. Son varias las marcas que han establecido filiales en el norte de California en busca de desarrollar modelos inteligentes y eficaces. De hecho, las computadoras gobiernan ya varias funciones de los vehículos. De acuerdo a un informe de World of Business Ideas (WOBI), Nissan es una de las firmas que trabaja en la obtención de modelos eficientes que además de tener un menor impacto en el ambiente reduzca la probabilidad de accidentes por causa humana.
Sin embargo, algunas corporaciones tecnológicas llevan adelante proyectos para desarrollar autos inteligentes que se maniobren automáticamente sin intervención de los conductores. Google tiene uno de los prototipos más avanzados, pero a inicios de año se supo que Apple había contratado a directivos e ingenieros de la industria automotriz con similar propósito. En el caso del Google Self-Driving Car, se ha desarrollado tecnología que garantiza la autonomía del vehículo, impulsado básicamente por fuentes eléctricas. De momento estos autos han sido autorizados a circular en cuatro estados de los Estados Unidos, si bien existen objeciones en torno a la capacidad de respuesta que podrían tener ante situaciones imprevistas.
Elon Musk, CEO de Tesla Motors, una marca que desarrolla vehículos eléctricos premium, considera que pese a que los autos inteligentes serán de gran ayuda para personas que no pueden movilizarse, la masificación de los mismos es todavía remota. Musk considera que el foco de la preocupación de la industria automotriz debe estar en la producción de vehículos eficientes y ecológicos.
Sin duda, son varios los desafíos que enfrentan los autos y sus declarados amantes. Durante los últimos años la producción se ha incrementado significativamente, al punto que diferentes expertos los sindican como los grandes culpables de las horas de trabajo perdidas por causa del tráfico o del costo de destinar grandes espacios a la construcción de estacionamientos. Más temprano que tarde, sin embargo, las vías tendrán que despejarse.
Fuentes:
https://www.youtube.com/user/Wobi
https://en.wikipedia.org/wiki/Tesla_Motors
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