Los ámbitos de la cerveza a escala planetaria se remecieron el último 16 de septiembre luego de que la belga AB Inveb –la número uno-, anunciara que tiene previsto realizar una oferta de compra a la británica SABMiller, la segunda fabricante en el mundo.
De acuerdo a un informe de The Economist, “la historia de expansión de la sedienta líder cervecera se remonta a 1989”. Ese año Jorge Paulo Lemann y dos socios compraron una mediana compañía brasileña de cerveza denominada Brahma por US$ 50 millones. Una década después Brahma compró a su rival Antarctica y se convirtió en AmBev. En 2004 una fusión con Interbrew, fabricante de Stella Artois y Beck´s, dio lugar a InBev. Cuatro años después InBev pagó US$ 52,000 millones por la estadounidense Anheuser-Busch, fabricante de Budweiser. Y como si todas estas compras no fuesen suficientes, en 2012 la nueva Anheuser-Busch InBev desembolsó US$ 20,000 millones por el control total del Grupo Modelo de México.
SABMiller confirmó la última semana que está siendo cortejada por AB InBev. De concretarse la compra, el grupo fusionado tendría un valor de mercado cercano a los US$ 270,000 millones, suma superior al PBI del Perú.
El anuncio llega cuando la industria de la cerveza no pasa por un buen momento. En junio la consultora McKinsey señaló que las cervecerías encaran el más grande desafío en 50 años. El consumo en los mercados más grandes permanece estancado y las perspectivas de crecimiento en otros son modestas. De allí los movimientos. El año pasado, por ejemplo, SABMIller intentó fallidamente adquirir la holandesa Heineken, que es la tercera más grande del mundo. En junio hubo también el rumor de que la intermediaria de Paulo Lemann -3G- compraría Diageo, la destiladora más grande del mundo, acaso para unirla con AB InBev. Más recientemente, los analistas han hablado de una fusión entre Diageo y SABMiller.
Algunas de estas probables combinaciones son razonables, en especial para AB Inbev, que ha venido perdiendo el paso en dos de sus principales mercados. En Brasil una economía debilitada ha golpeado las ventas, mientras que en Estados Unidos, aun cuando tiene una participación del 45%, está 5% por debajo de lo que vendía en 2009. Por ello la compra de SABMiller resulta tan atractiva.
Bajo las normas bursátiles británicas, donde SABMiller lista, AB Inbev debe hacer una propuesta formal antes del 14 de octubre. El staff de SABMiller podría rechazar esta aproximación inicial y plantear negociaciones para evitar la compra. Los más grandes accionistas de la firma británica son Altria, un gigante del tabaco, y la familia colombiana Santo Domingo. Si los términos de AB Inbev son lo suficientemente tentadores, ellos probablemente estarán del lado de la fusión.
Fuentes:
http://lta.reuters.com/article/worldNews/idLTAKCN0RG15M20150916
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