Por décadas se asumió que el crecimiento de los negocios se sustentaba en los mecanismos que posibilitan el incremento de la producción. En ese contexto los trabajadores eran considerados un recurso más, lo que habitualmente suponía ignorar aquellos aspectos que constituyen precisamente los resortes motivacionales que conducen a una persona a comprometerse con sus actividades laborales.
La valoración de dichos factores es hoy en día diferente a partir, fundamentalmente, del conocimiento de la importancia de las emociones en la vida de toda persona. Así las cosas, quien aspire a convertirse en un auténtico líder requiere comprender a sus colaboradores y ello implica el desarrollo de competencias indispensables.
Rachel Gillet, colaboradora de Business Insider, dice al respecto que las mejores cosas de la vida son gratuitas, pero eso no significa que no demanden tiempo y perseverancia para adquirirlas. Aquí sus recomendaciones de cara al liderazgo:
Manejo del tiempo
El manejo efectivo del tiempo es una de las habilidades más valoradas, pero lo más difícil de aprender parece ser cómo planificar las actividades. No precisamente ejecutarlas, sino el paso previo de elaborar un cronograma que con el que hayamos cumplido plenamente al término del día o la semana.
Empatía
Usted puede ser el individuo más disciplinado, brillante e incluso rico sobre la Tierra, pero si no llega a ser empático con las personas podría atribuírsele la definición de antisocial. La empatía o habilidad de sentir lo que otros sienten es lo que hace que los negocios prosperen y la gente se sienta maravillosamente servida.
Consistencia
Sea que usted esté probando una nueva rutina de ejercicio o trabajando en un proyecto importante, la consistencia es vital en el propósito de lograr resultados. Usualmente las personas dejan de trabajar fuerte cuando alcanzan un nivel de logro, pero lo cierto es que para mantenerse en esa posición hay que seguir trabajando fuerte.
Pedir ayuda
En el territorio de la gestión es conocido que saber cuándo se necesita ayuda y luego solicitarla es sorprendentemente difícil. La mayoría teme que esto se perciba como un signo de debilidad o incompetencia. Sin embargo, un reciente estudio de Harvard Business School sugiere que saber pedir ayuda provoca que quien lo hace sea visto como alguien capaz. Esto porque al solicitar orientación a otras personas usted valida su inteligencia y experiencia.
Saber cuándo callar
Uno no puede ir hablando de las cosas con las que no estamos de acuerdo. En muchos casos lo que se necesita es mantener silencio. Hay diferentes circunstancias en las que quedarse callado es lo mejor: cuando estamos molestos, agitados o confundidos. Recuerde que, aún más en estas situaciones, uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras.
Saber escuchar
Es una habilidad que se desarrolla en paralelo con la anterior. Habitualmente en el trabajo nos agotamos hablando, ya sea para contestar el teléfono, en las reuniones o dando explicaciones a los clientes. Esto hace que el ponernos a escuchar sea algo apreciado por nuestro cerebro. La recomendación es hacerlo de manera activa y para ello una buena táctica es repetir lo que nos dice nuestro interlocutor. Las cosas son más fáciles para todos cuando estamos en la misma página.
Potenciar el pensamiento
Para hacer lo que uno quiere hacer y lograr lo que uno quiere lograr es necesario dirigir conscientemente el pensamiento. Hay que tener siempre presente que somos el producto de nuestra experiencia anterior y todo nuestro pensamiento es resultado de ello.
Fuente:
http://www.businessinsider.com/skills-that-pay-off-forever-2015-6
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