A diferencia de lo que ocurre en América y Asia, donde las mayores fortunas están asociadas a la industria de la tecnología (Bill Gates y Carlos Slim continúan encabezando la lista mundial al 2014), en Europa el poder económico tiene un origen más diversificado. Incluso se puede anotar una diferencia adicional entre los países del oeste y el este, pues mientras en los primeros las fortunas poseen un carácter familiar, tradicional y aristocrático, en aquellos que estuvieron bajo la cortina de hierro aparecieron hombres adinerados de la noche a la mañana.
De acuerdo a Forbes, al frente de los potentados del Viejo Mundo figura el español Amancio Ortega, quien le sigue los pasos a Gates y Slim. Fundador de la multinacional Inditex, la mayor empresa textil del mundo y cuna de la marca Zara, Ortega ha sido definido como un hombre observador y perfeccionista. Su fortuna se calcula en US$ 64,500 millones.
En segundo lugar se encuentra la francesa Liliane Bettencourt, hija del fundador de la internacional de cosméticos L´Oreal, Eugene Schueller. Como tal, es la principal accionista independiente de la compañía, con una fortuna personal que asciende a US$ 40,100 millones.
El tercero del grupo es alemán, Georg Schaeffler, heredero de una de los mayores fabricantes de rodamientos con gran impacto en la innovación de los procesos industriales de fines del siglo XIX. Posee un patrimonio de US$ 26,900 millones.
Stefan Persson, nacido en Suecia, es nada menos que el mayor accionista de la marca de prendas H&M, fundada por su padre y afincada hace pocas semanas en Lima. Su fortuna se calcula en US$ 24,500 millones. Le sigue el italiano Giovanni Ferrero, hijo de Michele Ferrero, fundador de una de las mayores corporaciones de alimentos y creador de una golosina con millones de seguidores: Nutella. De perfil bajo, Giovanni Ferrero recién se dejó ver en público tras la muerte de su padre, ocurrida en febrero pasado. Su fortuna se estima en US$ 23,000 millones.
Gerald Cavendish Grosvenor, duque de Westminister, es la persona más rica de Reino Unido, en gran parte merced a herencias y patrimonios familiares. Cuenta con grandes posesiones inmobiliarias y su patrimonio alcanza los US$ 12,600 millones. Cerca de él aparece Charlene de Carvalho-Heineken, cuya fortuna proviene del emporio cervecero holandés fundado por su abuelo, Gerard Adrian Heineken. A sus 60 años, Charlene es directora ejecutiva de la empresa y su fortuna se estima en US$ 11,600 millones.
El austriaco Dietrich Mateschitz debe a su bebida energética, Red Bull, una fortuna que alcanza los US$ 10,800 millones. En la actualidad conserva la mitad de las acciones de la compañía, posee un equipo en la Fórmula 1, otro de fútbol, y a diferencia de sus antecesores proviene de una familia de clase media, con padres que fueron profesores de primaria.
Siguen a éstas varias otras fortunas vinculadas a los hidrocarburos, los negocios minoristas, la electrónica y la agroindustria. En conjunto, los veinte mayores patrimonios de Europa suman alrededor de USS 250,000 millones, equivalente a la totalidad del PBI peruano.
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