Para el pequeño empresario que diariamente toma decisiones con relación a la conducción de su negocio, entender el concepto de evaluación de esa decisión es muy importante: poner dinero a trabajar.
El concepto de evaluación se refiere a la acción y a la consecuencia de evaluar. Su etimología se remonta al francés evaluer, acción que permite indicar, valorar, establecer, apreciar o calcular la importancia de una determinada cosa o asunto. Evaluar es entonces un acto que implica la emisión de un juicio en torno a un conjunto de información y la toma de una decisión.
Evaluación económica
Al tratarse de una evaluación económica, se relaciona con el dinero que ha colocado en una determinada actividad (nueva línea de producción, fabricación de nuevos productos, ampliación de mercado). El empresario debe entender que “si del mismo cuero salen las correas” ese dinero “puesto a trabajar” debe devolverle en un tiempo determinado el total, más un porcentaje aceptable (tasa del sector al que pertenece). A eso le llamamos recuperar la inversión realizada, es decir, la rentabilidad de su decisión. De hecho que deberá compararla con la mejor decisión y que le dé un mayor resultado (costo de oportunidad).
Siendo así, es recomendable que se midan los efectos de cada inversión que haga el empresario. Esto se verá reflejado en un incremento de sus ventas, crecimiento de su mercado y por lo tanto mayores utilidades (valor económico agregado).
Posicionamiento en el mercado
Estas decisiones de inversión servirán para un mejor posicionamiento en el mercado, mejor atención de sus clientes (presentes y futuros), mejora de la calidad del producto y/o servicio que ofrece, entre otros aspectos.
Inversión y financiamiento
Es recomendable que cada decisión de inversión esté acompañada de un financiamiento (aporte de entidad financiera). Es decir, trabajar con dinero prestado para evitar tomar dinero del día a día (capital de trabajo), que es con el que atiende sus operaciones corrientes que están reflejadas en un flujo de caja (control de ingresos y egresos).
Excedente o aporte nuevo
Salvo que el empresario tenga un excedente que quiera ingresar al negocio como nuevo aporte o como préstamo a su misma empresa con una tasa de interés (costo de oportunidad del dueño o accionista).
Evaluación económica y Evaluación financiera
En el primer caso será una evaluación económica la que indique la viabilidad de su inversión, y en el segundo la evaluación es financiera para medir el efecto del dinero prestado. Cualquiera de los dos debe ayudar a mejorar su negocio.
Hacer la medición con esta herramienta de control asegura un manejo sano de sus inversiones. No hacerlo representa un riesgo al no percibir el efecto de la inversión y controlar su recuperación, más aún si es con dinero prestado.
Flujo de caja
Como sugerencia final, debe administrar el flujo de dinero a través de un registro que permita conocer en el corto plazo la situación de liquidez del negocio. Esa herramienta se llama flujo de caja, de fácil manejo pero que obliga tener un registro diario y estimarlo con una proyección cuando menos en un horizonte de corto plazo (uno o dos meses), para conocer la disponibilidad de dinero con anticipación y poder atender las obligaciones corrientes.
* Este post es una colaboración de Walter Pollack, docente de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte.
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