La calidad en la educación universitaria en Ingeniería

La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) establece ciertas condiciones básicas de calidad que toda universidad debe cumplir para contar con el licenciamiento, como un mecanismo de protección a los estudiantes y sus familias, así como la sociedad actual.

Estas condiciones son públicas y constituyen una forma de estandarizar ciertos requerimientos mínimos académicos, de infraestructura, investigación, docencia, servicios, empleabilidad, entre otros, para que el servicio de educación universitaria sea ofrecido con calidad, tanto en universidades privadas como estatales.

Puesto que el licenciamiento sólo permite ejercer la operación, ha dejado de ser una ventaja competitiva entre las universidades, justamente por ser lo mínimo necesario que el gobierno exige, mas no una diferenciación de calidad necesariamente. Esta situación impulsa a que las universidades y programas busquen diferenciarse por otras certificaciones o acreditaciones, que sí son sellos de calidad más exigentes y que se alinean a estándares nacionales o internacionales.

Al igual que las normas certificables en el mundo, las agencias acreditadoras de educación universitaria son creadas con el objetivo de certificar la calidad de los programas, creando ciertos criterios o estándares que describen las características específicas que un programa acreditado debería tener para ofrecer un servicio de calidad a los estudiantes que se convierten en profesionales que ejercen para el desarrollo de la sociedad.

Dado que un proceso de acreditación es voluntario y se rige bajo modelos y estándares validados por distintos grupos de interés que poseen experiencia y trayectoria en el campo, sin interés lucrativo alguno, adquiere mayor relevancia al permitir a un programa trabajar con sus fortalezas para vencer sus debilidades, aprovechar las oportunidades y minimizar las amenazas.

Todo proceso de calidad inicia con un diagnóstico inicial, donde se realizan ciertas mediciones o revisiones para identificar lo que se debe mejorar, luego se implementan mejoras y finalmente, se evalúa el impacto de estas; esto permite la mejora continua de un programa, por lo tanto, el aseguramiento de la calidad.

Finalmente ¿es importante saber si el programa que vas a escoger para estudiar está acreditado o no? Sí lo es ¿Por qué? Porque ha demostrado, ante un agente externo sin conflicto de intereses, que cumple ciertos estándares de calidad; porque prioriza la mejora continua en sus procesos y porque quiere ofrecer un servicio de calidad a sus estudiantes, quienes buscan ser el futuro de nuestro país. No poseer una acreditación, no implica que el programa carezca de calidad, pero definitivamente debería ser una ventaja competitiva y una razón por la cual un estudiante escoja dónde estudiar. Su profesión está en sus manos, escojan con sabiduría y proyecten resultados al futuro.

Esta nota fue realizada por Rafael Castillo Cabrera, coordinador especialista en Ingeniería Industrial de UPN.