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¿Tienes un conflicto y no sabes cómo afrontar esa situación? Aquí te mostramos a detalle todo lo que debes saber, las causas que lo provocan y cómo tratar de solucionarlo.
Evelyn Torres, coach de empleabilidad de UPN, certificada en gestión de la empleabilidad y con más de 12 años de experiencia en el sector educativo brindó una charla sobre las técnicas de resolución de conflictos, puntualizando que en nuestro día a día enfrentamos diversos problemas.
Por lo tanto, estas técnicas brindadas no solo nos ayudan en el ámbito laboral, sino que también podemos aplicarlo en la universidad, en lo personal y en otras esferas de la vida.
La experta menciona que, podemos encontrar una serie de posibles factores que generan incomodidad; entre ellos, un pésimo ambiente laboral, una mala comunicación o diferentes percepciones, situaciones determinantes para iniciar un conflicto.
Por ejemplo: Juan y Álvaro comparten la misma oficina en su centro de trabajo, Juan se siente cómodo trabajando con la música; sin embargo, Álvaro prefiere trabajar en silencio.
Una de las principales consideraciones a tomar en cuenta en el entorno laboral es mantener una comunicación efectiva, lo mejor es preguntar y evitar suposiciones. También, seguir un orden y aprender a delegar responsabilidades para generar un ambiente colaborativo. De esta manera evitar los malentendidos. Por último, empatizar y negociar es una de las formas correctas de resolver un conflicto.
Un caso de ejemplo: Ana, jefa del Departamento de Ciencias, se encarga de delegar tareas a Juana y a Rebeca; sin embargo, por algunos malos entendidos, Rebeca siempre tiene indiferencias con Ana, ya que piensa que por ser amiga de la jefa le da mucha más importancia en la empresa.
La ponente señaló que es importante identificar el problema, ya que nos permite conocer el porqué de la situación. Seguido de ello podemos continuar con la estrategia mediante los siguientes pasos:
Entre otras estrategias encontramos el modelo de “La comunicación no violenta”, planteada por Marshall Rosenberg, la cual nos propone identificar primero nuestros sentimientos para después entender cómo se siente la otra persona, como observar, validar las emociones, expresar las necesidades y proponer una petición sin llegar a ser invasivos.
Como última técnica de negociación, la ponente nos explica los siguientes 4 tipos y formas de cómo aplicarlas:
La más destacada y recomendada entre las 4 es la cooperación, en donde ambas partes resultan ganadoras, por ejemplo: ¿Quieres un aumento de sueldo porque consideras que tu crecimiento y desenvolvimiento en la empresa fue muy bueno? Entonces tu jefe evalúa los beneficios generados con tu trabajo hacia la empresa y se sientan ambos a negociar, quizá, con un porcentaje de aumento, unos bonos adicionales o vales de descuentos
Como consejo final, la ponente recomendó que no solo se trata de negociar un acuerdo, sino también de establecer límites para su cumplimiento. De esta forma llegamos a aterrizar un convenio y evitar que susciten desacuerdos posteriores.
“Si sientes que no está funcionando la negociación y no se están respetando los acuerdos, evalúa cómo te sientes con esta situación y toma la mejor decisión sin miedo a soltar”.
Esta nota fue una colaboración de Ariana Cabana Cahuana y Johana Verónica Hurtado Povis, consejeras del área de Empleabilidad de la Universidad Privada del Norte.
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