¿Qué es la Ley de Flagrancia?

No hay que llegar a la violencia para hacer justicia, gracias a nuevas leyes como la Ley de Flagrancia. Entérate de qué trata exactamente.

A mediados de 2015 se popularizó la campaña en redes sociales «Chapa tu choro y déjalo paralítico», la cual impulsaba a que la gente castigara físicamente a delincuentes atrapados en el acto. Este tipo de campañas era un síntoma del avance de la delicuencia en nuestra sociedad y, por ese motivo, entró en vigencia la nueva ley llamada Ley de Flagrancia, como una respuesta legal rápida de la sociedad contra la delincuencia.

¿De qué trata?

La Ley de Flagrancia entró en vigencia el 29 de noviembre del 2015 y busca agilizar los procesos contra las personas a quienes se les encuentra cometiendo un delito infraganti.

Por ejemplo, antes el Poder Judicial podía demorarse hasta seis meses en condenar a un conductor ebrio. Ahora, la nueva ley permite implementar juzgados y recursos jurídicos que resuelven los casos en primera instancia en solo tres días como máximo. Aunque puede ser menos, como el caso de un detenido en Puno a fines del año pasado, quien fue juzgado por la Corte Superior de Justicia de Puno en solo 31 minutos, con una pena de 2 años y 7 meses.

Hoy en día ya son alrededor de 850 personas enjuiciadas solo en Lima. Y miles a nivel nacional.

¿Qué es exactamente un delito flagrante?

Es cuando se atrapa a quien comete un delito con “las manos en la masa”. Por ejemplo, una persona atropella a otra y luego da positivo en la prueba de dosaje etílico. Comprobado el estado de ebriedad y el entorno (el automóvil y las víctimas), es un delito flagrante.

Otros casos son robo agravado, ingresar elementos prohibidos a una cárcel, traficar drogas, etc. Las pruebas están a la vista y se encuentra al supuesto delincuente en pleno proceso del delito. Todavía existe la presunción de inocencia y por eso el caso pasa a un juez para que determine si en verdad ha existido un delito o no.

Gracias a la Ley de Flagrancia, la justicia busca condenar con efectividad y rapidez a quienes hasta hace menos de un año se podían haber estado aprovechando del sistema y eran liberados inmediatamente o bien se aprovechaban de todo lo que demoraba un juicio.

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