Con la llegada de la pandemia del Covid-19, el docente universitario tuvo muchos retos que asumir con la virtualidad, así como muchos aprendizajes en el camino.
El 11 de julio celebramos con mucho entusiasmo el día del docente universitario en el Perú, fecha elegida para reconocer y valorar la noble labor a quienes aportan a nuestra educación a nivel superior.
Esta celebración nos invita a reflexionar sobre la realidad de la educación en nuestro país. No hace mucho, según el Ministerio de Educación, más de ocho millones de estudiantes en edad escolar regresaron a las aulas. De igual forma, nadie es ajeno las graves dificultades que afronta nuestro sistema educativo tanto a nivel de infraestructura, calidad en la educación y acceso.
La educación superior en el Perú no es ajena a estos problemas. Según cifras de Sunedu, cerca de un millón y medio de estudiantes universitarios tuvieron que enfrentar una nueva realidad debido a la suspensión de clases presenciales a consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Desde el 2020, esta nueva realidad llevo a los estudiantes a afrontar nuevos retos: adaptarse a las clases virtuales, las dificultades de conexión y acceso a internet. Sin embargo, también les permitió desarrollar mayores habilidades digitales, conocer nuevos sistemas de evaluación menos teóricos y más enfocados a la realidad. Los llevó a mejorar destrezas de trabajo en equipo y asumir mayor responsabilidad de su propia educación.
Los docentes universitarios, quizás fueron los que tuvieron que enfrentar el mayor reto en éste nuevo contexto. La forzada virtualidad llevo a los docentes a un punto de quiebre donde tuvieron que trasladar las aulas a sus hogares y enfrentar el desafío de impartir conocimiento y mantener una audiencia atenta con todas las dificultades que presentaba.
Ellos fueron los protagonistas del cambio y asumieron sobre sus espaldas el reto en este cambio de modalidad. Pasar prácticamente sobre la marcha de un diseño presencial a un diseño virtual significaba una gran responsabilidad y en este proceso se enfrentaron a grandes retos y serias complicaciones.
Lograr mantener a una audiencia atenta y dispuesta a participar era una de las principales tareas, los docentes tuvieron la necesidad de desarrollar nuevas habilidades para el manejo de entornos virtuales. El uso de herramientas digitales jugó un rol clave como aliados en este desafío.
Finalmente, es importante hacer una reflexión del tema, ya que esta experiencia nos deja un aprendizaje y además pone en evidencia que existen nuevas posibilidades y formas de impartir la educación universitaria desde un enfoque más flexible y accesible. Ello nos invita a seguir explorando metodologías hibridas acorde a los nuevos tiempos.
Esta nota ha sido elaborada por Ángel Antonio Rosas Carnero, docente de la Facultad de Negocios de la sede Breña.
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