Pautas para vivir tus sueños

Como en los mapas, es importante tomar en cuenta las señales que podrían indicarte con mayor certeza si ese camino que has escogido es el más indicado según tus ideales. Qué mejor que reconocer en las pequeñas señales ese gran cambio que quieres para ti, y que podría ya estar sucediendo.

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Nuestros sueños son construcciones imaginarias que tienen la posibilidad de transformarse en realidad, en el momento en que nosotros lo deseemos. Es la entrada para decidir comenzar algo nuevo. En ese sentido, analizar cuáles podrían ser los beneficios que traería a nuestra vida resulta necesario, aceptando aprender de esa nueva experiencia. Cual sea tu objetivo, si sientes que vale la pena y crees absolutamente en ello, ve por él.

Mi futuro preferido

Es cierto que los finales felices existen, si decidimos que así lo queremos. Imagina que el día de mañana el problema que tanto te aqueja hoy desaparece y que algo mágico ocurrió y que esa dificultad ya no está. ¿Cuál sería la primera señal de que las cosas están siendo diferentes? ¿Qué puedes poner de tu parte, ahora, para que alguna de esas pequeñas acciones verdaderamente ocurra? Si existía un secreto, ya no lo es más, enfócate en lo que te resulta más útil de hacer, para ti y para los tuyos, construye sobre tus buenas acciones las alternativas de solución que necesitas.

Paciencia y buen humor, más un poco de compromiso

En el camino de mejorar lo que queremos, vendrán desvíos que confundan nuestro objetivo; sin embargo, tómalo como una alerta de que el verdadero cambio está sucediendo. Cada tropiezo, cada recaída, no es una señal completamente negativa sino una indicio que algo necesita más atención. Protege tu objetivo, comprométete a cuidarlo y a trabajar en ello. Los buenos resultados toman tiempo.

La evaluación final

Hemos pasado por momentos en donde sentimos que ya nada tiene solución. A veces gritamos, lloramos, las palabras se van y viene una nube blanca que cubre nuestra mente de nuevas ideas. ¿Qué tan útil es quedarnos estáticos en ese trance y no convertir esa atrevida crisis en una oportunidad de evaluar lo que necesitamos mejorar? Cada pequeño temblor emocional que atravesamos no es más que un chance de cambiar lo que queremos, de volver a empezar ese dibujo de trazos no tan definidos y de convertirlo en la pintura más atractiva para uno mismo. Es ese el mejor momento de evaluar nuestro avance y de generar nuevas estrategias que nos orienten a lo que más queremos.

No hay nada más emocionante que darte cuenta, al final de tu propia aventura, que cada paso que diste te llevó a encontrar un nuevo aprendizaje, y ver ese sueño transformado en una realidad que te complace y te hace feliz. Las experiencias te permiten descubrir algo nuevo. Atreverte a equivocarte forma parte también de ese viaje: aprovecha la oportunidad para buscar mejorar en lo que quieres, la elección solo depende de ti.

*Este post es una colaboración de Ana Lucía Fernández Castillo, coordinadora de Orientación Psicológica de la Universidad Privada del Norte.

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