Ébola: ¿una pandemia latente?

El reciente estreno de “El planeta de los simios: confrontación”, saga de la versión original de fines de la década de los 60´s, ha coincidido con una preocupante noticia: un nuevo brote del temible Ébola, mal cuya letalidad puede alcanzar el 90% según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La película narra la historia de un mundo controlado por los simios debido a que la humanidad ha sido arrasada por una epidemia llamada “gripe simia”, originada en un laboratorio de experimentación animal. ¿Es posible que la ficción pueda convertirse en una dramática realidad en pleno siglo XXI?

En agosto de 1967, un lote de monos procedentes de Uganda fue trasladado a laboratorios de Alemania y Yugoslavia. Pocos días después, una extraña enfermedad comenzó a afectar al personal encargado de remover los desechos de los animales: treinta personas se infectaron, muriendo siete de ellas. Se cree que este es el antecedente más cercano del llamado Ébola, una enfermedad infecciosa viral, muy grave, altamente contagiosa y extremadamente mortal: 9 de cada 10 infectados podrían morir. El primer brote tuvo lugar en 1976 en una aldea cercana al río Ébola (de ahí su nombre) al norte de la República Democrática del Congo (antiguo Zaire).

En marzo se inició en Guinea-Conakry el mayor brote de Ébola de los últimos 40 años, propagándose rápidamente a otros países de África Occidental, tal el caso de Liberia y Sierra Leona. En total se han registrado 1323 casos que han dejado 729 fallecimientos en poco más de cuatro meses, 60 de los cuales han sido profesionales de la salud (1).

Hace unos días la OMS lanzó una alerta internacional advirtiendo que “el Ébola está fuera de control” (2). La velocidad de propagación del virus y la posibilidad de que llegue a Europa han encendido todas las alarmas, considerando que hoy en día estas enfermedades se pueden diseminar muy rápidamente por todo el orbe a través de los vuelos internacionales.

¿Cómo se transmite la enfermedad?

El virus se propaga mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de heridas en la piel) con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos, algo frecuente durante el sepelio de fallecidos por esta enfermedad y entre el personal de salud cuando no se han observado estrictamente las precauciones para el control de la infección. Hace una semana el doctor Samuel Brisbane, médico de prominentes figuras de Liberia, incluyendo el expresidente Charles Taylor, falleció a causa de la enfermedad que contrajo al tratar este tipo de pacientes. Adicionalmente, los hombres pueden seguir transmitiendo el virus a sus parejas sexuales por el semen incluso siete semanas después de haberse recuperado de la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas?

El periodo de incubación (desde el contagio hasta la aparición de los primeros síntomas) oscila entre 2 y 21 días. Los primeros síntomas son bastante comunes a la mayoría de enfermedades virales: fiebre, debilidad, dolores musculares, dolor de cabeza y de garganta. Poco después aparecen vómitos, diarrea, manchas en la piel y hemorragias internas y externas, razón por la que también se conoce al Ébola como “fiebre hemorrágica viral”. El problema radica en que no existe vacuna ni ningún tratamiento específico disponible contra el Ébola (3)

Sobre la posibilidad de que el Ébola se convierta en una pandemia similar a la de la Influenza AH1N1, los expertos en salud pública no dan una respuesta definitiva. La OMS aún sigue hablando de un “brote” y se niega a considerarla una epidemia. Sin embargo, las consecuencias de un equivocado manejo del sistema sanitario internacional en las recientes pandemias del siglo XXI pueden verse en la película Plague City: SARS in Toronto (2005).

*Este post es una colaboración de Manuel Mayorga, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Privada del Norte.