Espíritu emprendedor, motor de tu desarrollo profesional y personal

Durante este tiempo en la Universidad Privada del Norte, hemos recibido como invitados en clase o en conferencias a personas exitosas en sus trabajos. De ellas, de sus exposiciones para nuestros estudiantes, puedo extraer que para desarrollar un espíritu emprendedor y ser altamente empleables, se requiere de:

Tener bien claro y definido la línea de trabajo y desarrollo que deseas continuar, en la que quieres especializarte. ¿Ya la tienes?
Tener identificado tu plan de vida: ¿Dónde quieres estar en cinco años? ¿Qué estás haciendo ahora para alcanzar aquello?

Hacer las cosas simples con muy buena actitud, día a día, les ha permitido, hacer cosas extraordinarias. ¿Recibes cada nuevo día con una actitud positiva?

Algunas veces, hacer cosas que no nos gustan (trabajos, tareas, etc.) y hacerlas bien, para luego trabajar con más empeño en aquello que nos gusta ¿eres capaz de asumir, con buena actitud, tareas que no te agradan?

Aprender de las pequeñas cosas de la vida, les hicieron ver mejor las cosas más grandes. ¿Te sorprendes de las pequeñas y sencillas cosas de la vida?

Buscar modelos personales para seguir su ejemplo, dándoles siempre una identidad personal, siempre un adicional. ¿Ya tienes tu modelo a seguir?

Consultar siempre a quienes saben más, para seguir aprendiendo y mantuvieron siempre presente que se aprende de todos: pares, subordinados, jefes ¿qué y de quién aprendiste algo en esta semana?

Creer en los equipos perfectos, confiar en ellos y entregar su trabajo con pasión contagiante. Buscar siempre sobresalir en sus actividades diarias, trabajos escolares, universitarios: investigaban, consultaban, discutían, proponían soluciones. Son creativos en lo que producen. ¿Es común esa actitud en ti?

Tienen iniciativa, confianza y poco temor al cambio. Reconocen que muchas veces trabajaron por una retribución más no por un salario y que el aprendizaje en esas experiencias les fue incalculable.

Recuerdan siempre haberse sentido triunfadores mientras avanzaban a su meta: orgullosos y satisfechos de estar trabajando y avanzando. ¿Disfrutas del camino a tus metas?

Cuando hablamos de desarrollar un espíritu emprendedor y de empleabilidad no hablamos de capacidades y habilidades que hay que desarrollar previas a buscar trabajo, sino hablamos de capacidades que deben desarrollarse mucho antes.

Debemos hacer “esfuerzos suplementarios”, reconocer que siempre se puede hacer o dar un poquito más, debemos aprender a gestionar el tiempo y las actividades, a disfrutar de las pequeñas cosas, a retrazar sus refuerzos (la prueba del bombón dice Gardner), educarnos en el servicio y en el trabajo en equipo desde casa. Lo demás viene por añadidura.

En la universidad encaminamos, dirigimos, maduramos estas capacidades y actitudes y las trabajamos con pasión para desarrollar en nuestros estudiantes un espíritu emprendedor, y además, para que en ese afán encuentren felicidad. Tú eres parte de ese sueño, prepárate para tu desarrollo profesional y personal. Nosotros te damos las herramientas, tú empieza a usarlas ahora.

*Este post es una colaboración de Ariadna Hernández De Tejeda, vicerrectora de Calidad Educativa de la Universidad Privada del Norte.

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