Proyecciones a la baja: razones de la desaceleración económica

Aunque existía la expectativa de una mejora del desempeño económico durante el segundo semestre, los números apuntan a que este año el crecimiento volverá a ser magro.

Proyecciones a la baja: razones de la desaceleración económica

En el mensaje a la nación del pasado 28 de julio, el presidente Martín Vizcarra anunció un menor crecimiento económico para este año, reduciéndose la proyección de 4.0% a 3.5%. Días antes, diversos gremios empresariales habían expresado su preocupación por la incertidumbre que genera la menor proyección de crecimiento económico, el adelanto de elecciones y la contracción de inversiones.

Consideramos que nuestra economía depende de las condiciones internacionales, de la independencia del Banco Central de Reserva del Perú y del Ministerio de Economía y Finanzas

Pese a la reducción de la tasa de referencia para reducir el costo del crédito, estimular la inversión privada y el consumo, esto no ha sido suficiente para incentivar el crecimiento económico. Aún queda pendiente uno de los motores de la economía, nos referimos a la inversión pública.

Al respecto, en el primer trimestre se aprecia una caída de casi 11% en la inversión pública, mientras el gasto público cayó 2.5% y la inversión privada subió 2.9%. Por lo tanto, el problema del crecimiento no viene explicado por las expectativas del empresariado, sino por la capacidad de ejecución de los gobiernos central, regional y local.

 

Por el lado de la inversión privada la oposición al proyecto Tía María, uno de los más importantes del bloque de inversiones privadas, puede traer problemas de credibilidad al marco legal del país. La empresa minera ha cumplido con los requisitos solicitados, faltando la licencia social para concretar dicho proyecto.

Existe una importante cartera de inversiones y se deben facilitar las condiciones para concretar proyectos para este y el próximo año. Nos referimos a Quellaveco, la ampliación de Toromocho, Mina Justa, Línea 2 del Metro, ampliación del aeropuerto Jorge Chávez, el megapuerto de Chancay, los cuales suman más de 14 mil millones de dólares según cifras del Banco Central de Reserva.

Para el mediano y largo plazo, se ha propuesto el Plan Nacional de Competitividad y Productividad 2019-2030, el cual constituye 84 medidas de política pública para favorecer el crecimiento del país. Este plan articula acciones del sector público y privado en materia de competitividad y productividad, con lo cual se espera mejorar los niveles de ingresos de la población.

Los objetivos prioritarios de dicho plan se enfocan en infraestructura económica y social de calidad, fortalecimiento del capital humano, desarrollo de capacidades para la innovación, adopción y transferencia de mejoras tecnológicas, mecanismos de financiamiento local y externo, mercado laboral dinámico y competitivo, ambiente de negocios productivo, comercio exterior de bienes y servicios, institucionalidad y sostenibilidad ambiental en las actividades económicas.

A los gremios empresariales y entidades públicas se debe involucrar en dicho Plan Nacional. El próximo presidente de la República debiera continuar con estos lineamientos para mejorar las expectativas empresariales y diversificar la economía por cuanto no es saludable depender solamente de la minería en un contexto en el cual los precios de los minerales no seguirán creciendo como lo estima el Banco Mundial.

*Este post es una colaboración de Juan Carlos Ocampo Risco, coordinador de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte.

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