En los últimos años se habla mucho de las nuevas tendencias y estrategias para lograr el objetivo empresarial: calidad total, empowerment, coaching, etc., sin dejar de mencionar la nominación “Great Place to Work”, que se vuelve cada vez más importante en el mundo empresarial.
Sin embargo, al otro lado de la balanza está el espíritu de la compañía. Precisamente, seis de los nueve puntos que diferencian a las mejores empresas para trabajar con el resto se refieren a actitudes y no a beneficios que impliquen un gasto por parte de la compañía.
Lo que hace que uno se sienta bien en una compañía es el tipo de relaciones que las personas tienen con sus jefes, con sus compañeros y con el trabajo. La palmadita en la espalda más que el bono o la premiación anual; la sensación de que el trabajador ocupa un lugar importante, es escuchado; la tranquilidad.
La tendencia internacional incluso apunta a eso: en Europa muchas empresas prefieren aumentar la productividad de sus trabajadores reduciendo el horario de trabajo o permitiendo establecer su propio horario o trabajar desde casa una o más veces por semana.
La atención constante a las condiciones de trabajo para convertirlas en agradables y confortables, es una premisa que contribuye a conformar el escenario para que el hombre pueda trabajar y constituye uno de los elementos que influye en la satisfacción laboral. Por ello la gestión adecuada de una serie de factores (ambientales, físicos, psicológicos, internos y externos a la organización), sirven como base a condiciones de trabajo tales como seguridad, higiene, ergonomía, estética, bienestar y remuneración.
Puede decirse que las condiciones de trabajo están compuestas por varios tipos de condiciones, como las condiciones físicas en que se realiza el trabajo (iluminación, comodidades, tipo de maquinaria, uniforme), condiciones medioambientales (contaminación) y condiciones organizativas (duración de la jornada laboral, descansos).
Las empresas deben tener muy presente que a través de una gestión humana de calidad, el talento humano en la empresa se sentirá valorado, generando un estupendo clima laboral y de ese modo se puede lograr un interesante porcentaje de retención del talento humano, aquel que realmente va a llevar a la empresa hacia el logro de sus objetivos
En cuanto a la sensación de igualdad, ya son cientos las empresas norteamericanas que publican en su página web el sueldo de todos y cada uno de sus trabajadores, situación que genera a su vez mayor competitividad en el ambiente empresarial y una revaloración del talento humano.
Alrededor del mundo se niega el acceso al trabajo y a la formación a millones de mujeres y de hombres. Se trata de personas que perciben bajos salarios o se ven limitadas a determinadas ocupaciones simplemente por razones de sexo, color de piel, etnia o creencias, sin que se tenga en cuenta sus capacidades y calificaciones. En algunos países desarrollados, por ejemplo, las trabajadoras ganan hasta un 25% menos que sus colegas de sexo masculino por la realización del mismo trabajo (OIT, igualdad de oportunidades y de trato s.f.).
Por todo ello se puede afirmar que mejorar las condiciones de trabajo asegura el éxito y el desarrollo del talento humano de una organización, lo que va a redundar en el éxito empresarial.
*Este post es una colaboración de Giovanna Mendiolaza, docente de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte.
Etiquetas:
y nos
pondremos en contacto
para brindarte