Dicen los rumores que los contadores al final del año fiscal (31 de diciembre) debemos armarnos de valor y preparar durante los tres siguientes meses de verano -casi sin ver la luz del sol- nuestra obra maestra: los estados financieros de la empresa que manejamos (EEFF).
Sin embargo, durante toda nuestra vida universitaria (y laboral) nos hemos entrenado para preparar sólo los reportes que nuestra querida SUNAT nos exige: El Balance General (ahora llamado Estado de Situación Financiera) y el Estado de Ganancias y Pérdidas (ahora conocido como Estado de Resultados), donde podemos ver como una fotografía lo que tiene y lo que debe la empresa, así como si durante un año se generaron, gracias a las decisiones del gerente general, ganancias o pérdidas.
Sin embargo, nuestra biblia (Las Normas Internacionales de Información Financiera- NIIF), en su primer evangelio (NIC 1) nos exige presentar también un reporte adicional, uno que pareciera menos importante porque SUNAT no lo toma en cuenta en su cálculo de impuestos anual, pero que ante mis ojos y los de muchos colegas financieros podría llegar a ser el más elocuente respecto al real manejo financiero de la empresa: El Flujo de Efectivo (EFE).
No se confundan mis queridos lectores, no estoy hablando del Flujo de Caja (Cash Flow), el cual se usa comúnmente en las finanzas para evaluar presupuestos y proyectos de inversión. Estoy hablando del EFE, producto de la contabilidad, el cual a través de la interpretación de un hábil contador explicará pacientemente por qué no tengo la liquidez deseada y revelará cada una las decisiones que la gerencia tomó durante este último año. En este reporte el dinero es el rey (*), y como todo buen rey deja huella por donde camina. La labor del contador reconstruir dichas huellas y volverlas información valiosa.
El EFE nos muestra tres grandes razones por las cuales la empresa puede tener ingresos y/o salidas de dinero:
Si observo el dinero de la empresa aumentando gracias a mis actividades de operación, significa que el administrador realizó una buena gestión y que la empresa se auto-sostiene sólo con sus actividades, sin recurrir a la ayuda de terceros. Felicidades. Has hecho un buen trabajo y tu negocio va muy bien-
Sin embargo, si observo una disminución del dinero en el último año debido a las actividades de operación, debería empezar a preocuparme, porque eso quiere decir que mi negocio no está funcionando y que en el último año no he tenido el suficiente dinero para poder asumir mis gastos operativos. Entonces, en este escenario, se cae una pregunta de madura: ¿de dónde saqué el dinero para vivir este último año?
Cuando no tengo dinero para vivir, recurro a alguien más que me lo facilite. Y esto, como ya lo sabemos, se llama financiamiento. Si en tu EFE se visualiza un aumento de dinero en la parte de financiamiento, es porque te prestaste dinero de alguien. Así que… cuidado. Porque si te prestas dinero, debes estar seguro que podrás pagarlo con tus operaciones.
Si ya cuentas con un financiamiento y observas una disminución de tu dinero en la parte operativa, significa que tu negocio no produce, y además te has hecho de una deuda. Conclusión: Cambia de administrador o reestructura tu negocio rápido, para que empieces a tener más ventas (al contado) que te permitan recibir dinero rápido.
Imaginemos que tu empresa posee un aumento de dinero gracias a sus actividades operativas y observas una disminución en la parte de financiamiento (estoy pagando las deudas que generé). Mientras recibas más dinero de lo que pagas (es decir, el monto de operación sea mayor), estamos bien. Porque quiere decir que tu negocio te está dando lo suficiente para pagar tus deudas. ¡Bien hecho! Sólo controla el ritmo de tu negocio y asegúrate que no baje. Recuerda que del dinero que obtengas de tus cobranzas te tiene que alcanzar para pagar lo necesario para tu negocio, más las deudas.
¿Y si veo una disminución de dinero producto de mis actividades de inversión? Eso significa que compraste algo muy caro, al contado. Lo ideal es que cuando desees algo muy caro, te financies con un préstamo para pagarlo en cuotas, así guardas dinero para lo urgente y para lo importante de tu negocio.
Recuerda que en el EFE el dinero es el rey (*), y así como no podemos vivir sin sangre en nuestro cuerpo, ninguna empresa puede vivir sin él.
*Este post es una colaboración de Giovanna Moreno B., docente de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte.
(*) Cash is the King: Pehr G. Gyllenhammar – Chief Executive Officer Grupo Volvo
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