Aprovecha al máximo tu gratificación de Fiestas Patrias

En julio como en diciembre, que son los meses en los que recibimos una remuneración adicional por concepto de la gratificación, debemos tomar decisiones respecto a qué hacer con este dinero.

La mayoría de los especialistas en economía y en finanzas personales, recomiendan que en primer lugar se amorticen o cancelen las deudas con el sistema bancario y comercial. Esta recomendación tiene sustento si tenemos en cuenta las altas tasas de interés efectivas anuales que se aplican principalmente a los créditos de consumo a través del uso de las tarjetas de créditos o sobregiros en cuentas corrientes. Si bien los otros tipos de créditos, como los hipotecarios o vehiculares, tienen un costo menor, también es válida la sugerencia de adelantar pagos para reducir el monto de las próximas cuotas mensuales, o para disminuir el plazo total de la deuda.

La segunda y las siguientes prioridades de qué hacer con la gratificación  van a depender del estilo particular de cada individuo de satisfacer sus necesidades  y las de sus dependientes. Si recordamos  al famoso psicólogo norteamericano Abraham Maslow, existe una jerarquía de cinco necesidades humanas que van desde las básicas hasta las más desarrolladas, y estas son: las fisiológicas, de seguridad, sociales, de estima y de autorrealización.

En tal sentido, algunas personas tendrán la necesidad de utilizar la gratificación para realizar algunos gastos para ellos y sus familiares, en alimentos, vestido, vivienda y servicios básicos. Otras personas la aprovecharán para satisfacer sus necesidades en seguridad, invirtiendo seguros médicos, sistemas de control de viviendas, mejoras en los medios de transporte utilizados. Habrá también quienes deseen reforzar las necesidades sociales de afiliación y pertenencia, a través de compartir viajes grupales,  paseos, tours, y actividades de esparcimiento y entretenimiento.

Asimismo, tendremos personas que buscarán incrementar su estima, logros, estatus y reputación, invirtiendo su dinero en aquellos bienes y servicios suntuarios (no primarios) que satisfagan estas necesidades. Por último, habrá quienes direccionen su grati para potenciar su crecimiento personal y satisfacer así sus necesidades de autorrealización; invirtiendo en un negocio propio a través de un emprendimiento, una mayor capacitación, algún deporte, la contratación de un coach personal o un mentor.

No será inusual encontrar personas que decidan ahorrar el monto de la gratificación, para épocas futuras en donde quizá la puedan necesitar más  y/o utilizar mejor que ahora.

Las opciones arriba mencionadas no son excluyentes en todos los casos, de hecho pueden ser complementarias, es decir, una misma persona podría destinar porcentajes diferentes para pagar deudas, realizar gastos, invertir y también para ahorrar. Cualquiera sea la decisión que tomemos en relación con el uso de nuestra gratificación, es conveniente que la planifiquemos con anticipación y con inteligencia; y sobretodo que la ejecutemos de acuerdo a ello, ya que muchas veces cuando tenemos el dinero en nuestras manos se nos escapa rápidamente de entre los dedos.

*Este post es una colaboración de Augusto Cáceres Rosell, decano de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte.

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