“No cambiaría a las personas que he conocido en Lleida”

"no cambiaría a las personas que he conocido en Lleida"

No todas las experiencias tienen que ser perfectas y soñadas como otros te la cuentan. Tienes que vivir la tuya propia, a tu manera, con muchas emociones, cargada de aventuras, sin límites, tampoco miedos.

La mía empezó con mucha carga; que si el idioma, que si no conoces a nadie, que si las clases son diferentes, que si la gente es muy liberal, que si te retrasarás en los cursos. Un sinfín de temores que no te dejan avanzar. Pero yo sabía que era esto lo que quería, pase lo que pase aprendería de mis errores, haría nuevos amigos, conocería más de mí misma, y además aquella ciudad que había visto por internet no parecía aportar nada malo; solo bastaba con verla.

Recuerdo que llegué muy temprano por la mañana y mis caseros me esperaban en la parada del autobús. Fuimos al piso y me gustó por lo grande que era y lo bien ubicado que estaba. Luego tenía que inscribirme y acudir a las primeras clases. Para mí, al principio, fue complicado porque hablaban otro idioma y si bien es parecido al español, me costaba entender lo que decían. Sin embargo, eso se convirtió en algo positivo: me apunté a clases de catalán y conocí a un grupo increíble de muchas nacionalidades y lenguas pero nos entendimos muy bien.

Conseguí comprender mucho mejor las clases además de conocer buenos compañeros; incluso practicaba catalán con mis compañeras de piso. Ellas se han convertido en mis amigas aquí en Lleida, hemos disfrutado de muchos momentos juntas en el piso, trasnochando con los trabajos de la universidad, cocinando juntas, yendo de compras, saliendo de fiesta y muchos momentos más que hacen que las extrañe sin haberlas aún dejado.

Cierto es que al ser una nueva ciudad se debe ir con cuidado con las personas que conoces y sobre todo precavido, pero eso no significa ponerte límites e impedimentos para disfrutar de la experiencia. Definitivamente volvería a repetir esto una y otra vez, porque si hay ciudades que parecen mejores, no cambiaría las personas que he conocido ni todos los recuerdos que llevaré conmigo.

Y como se diría en catalán, ¡moltes gràcies!

*Este post es un testimonio de Claudia Herrera Rodríguez, estudiante de la carrera de Contabilidad y Finanzas de la Universidad Privada del Norte.

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