Desde niño siempre escuché historias tristes entre peruanos y chilenos. Sin embargo, hace mucho tiempo decidí romper el paradigma de que somos enemigos, pensando por el contrario que somos muy parecidos y que si unimos fuerzas seríamos una potencia sin igual.
Es por ello que apenas supe de esta pasantía no dudé en ir a Chile y gracias a la Universidad de Viña del Mar (UVM), la Universidad Privada del Norte y el apoyo de nuestros padres, hemos podido realizar una excelente visita académica.
Gracias UVM y UPN, porque esta experiencia fue muy beneficiosa para nosotros, estudiantes de ambas instituciones. Tengo la necesidad de demostrar mi satisfacción porque nos dieron todas las facilidades para conocer esa hermosa tierra, llena de orden y tradición. Estoy seguro que sin el apoyo de ustedes hubiese sido complicado. Esto me obliga a hacer una confesión, y es que si Dios me permite volver a Chile, escogería a la UVM, pues desde el inicio del programa me hicieron sentir en casa y considero que su calidad humana y filosofía académica serán un excelente aporte en mi vida.
Estoy seguro que muchos quisieran regresar y espero puedan hacerlo pronto, para compartir y aprender, demostrando que Chile y Perú son hermanos que trabajan en un intercambio cultural, económico y social correcto. De verdad espero volver a verlos y bailar una cueca seguido de una marinera en conjunto y crecer sin fronteras.
Si en algún momento de sus vidas necesitan de nuestra colaboración, saben que cuentan con muchos hermanos muy cerca de ustedes. Sinceramente gracias y hasta una nueva oportunidad.
*Este post es una colaboración de Angelo Salomón De Los Santos, estudiante de la Facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte.
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