Hola y saludos desde Europa. Estamos alegres de estar aquí en España. Fuimos motivadas a hacer este intercambio estudiantil por el entusiasmo y el deseo de obtener más conocimiento además del que nos otorgan en nuestra universidad, queriendo también explorar España y Europa que no habíamos conocido anteriormente. Estábamos ante la gran oportunidad de hacerlo.
Conocer Madrid y España ha sido una gran aventura, como cuando viajamos por primera vez en el metro o bus (que son muy diferentes a los que tenemos en Perú). Terminamos perdidas y demoramos en ubicarnos en la ciudad. Pero hemos aprendido y ya se nos hace fácil. También el clima nos chocó al inicio, la temperatura era muy baja en invierno cuando llegamos, nos vestíamos con tres o cuatro prendas encima para lograr calentarnos, pero de igual manera poco a poco nos acostumbramos y dejamos de lado los guantes, bufandas y gorros.
En este lapso de tiempo hemos conocido muchas personas con las cuales nos hemos vuelto muy unidas. Igual nos pasa con los profesores y compañeros de clase pues todos son muy amables y abiertos con nosotras. Nos ayudan con cualquier inconveniente. Al principio llegamos nerviosas y asustadas, pero poco a poco ellos nos han ayudado a acostumbrarnos a nuestro entorno y sentirnos cómodas y familiarizadas. Entre estas personas se encuentran nuestros compañeros de piso, con quienes nos hemos vuelto muy unidos todos y parecemos una familia. La pasamos muy bien, nos ayudamos y apoyamos mutuamente, tanto en la casa como afuera.
Creemos que este viaje será muy útil para nuestro futuro, no solo por la educación y el aprendizaje que nos da la Universidad Europea, sino también por la propia experiencia de afrontar todo un mundo nuevo solas e incluso ser independientes en nuestra vida rutinaria. Seguramente cuando volvamos a nuestras casas seremos personas muy diferentes y más maduras que cuando nos fuimos. Nos alegra mucho haber realizado este viaje y agradecemos la ayuda que nos brindó la Universidad Privada del Norte para poder realizarlo.
*Este post es un testimonio de Vanessa Landauro Pesantes y Mabel Valdez Perales, estudiantes de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Privada del Norte.
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